La IEA ha dado a conocer el informe Global Electric Vehicle Outlook 2021. A pesar de la pandemia, indica, las ventas de VE alcanzaron niveles récord, un 41% más que el año anterior. Eso ha permitido que más de 10 millones de coches eléctricos, junto a otro millón de furgonetas, camiones y autobuses, circulen por carreteras del mundo. Y las tendencias apuntan a que serán más de 145 millones para 2030.
El informe indica que la tendencia del mercado automotriz general fue muy distinta a la de los coches eléctricos en 2020. Consiguieron un crecimiento de más del 40%, mientras que el general se contrajo un 16%. Y esa tendencia continúa: las ventas de VE en el primer trimestre de 2021 alcanzaron casi dos veces y media su nivel en el mismo período del año anterior.
El aumento del año pasado llevó la cantidad de coches eléctricos en las carreteras del mundo a más de 10 millones; y con otro millón de camionetas eléctricas, camiones pesados y autobuses.
Por primera vez el año pasado, Europa superó a China como centro del mercado mundial de coches eléctricos. Las matriculaciones de vehículos eléctricos en Europa se duplicaron con creces, hasta los 1,4 millones, mientras que en China aumentaron un 9% a 1,2 millones.
Según Fatih Birol, director ejecutivo de la IEA:
“Las tendencias de ventas actuales son muy alentadoras, pero nuestros objetivos climáticos y energéticos compartidos exigen una aceptación del mercado aún más rápida. Los gobiernos ahora deberían estar haciendo el trabajo preliminar esencial para acelerar la adopción de vehículos eléctricos mediante el uso de paquetes de recuperación económica para invertir en la fabricación de baterías y el desarrollo de una infraestructura de carga confiable y generalizada”.
De 10 millones de coches eléctricos a 145 millones
Los vehículos eléctricos están preparados para un crecimiento significativo durante la próxima década, según el nuevo informe de la IEA. Así, de 10 millones de coches eléctricos en 2020, 11 millones para todo tipo de VE, se espera una cifra de 145 millones para 2030. Pero la flota mundial podría llegar a 230 millones si los gobiernos aceleran los esfuerzos para alcanzar los objetivos internacionales de desarrollo sostenible.
Y si los gobiernos del mundo se unen para perseguir el objetivo de emisiones netas cero para 2050, la flota de VE será mayor. Así los explican en el “Net Zero en 2050: una hoja de ruta para el sistema energético global”.
El gasto de los consumidores en coches eléctricos aumentó otro 50% el año pasado hasta alcanzar los 120.000 millones de dólares. Al mismo tiempo, las medidas de apoyo del gobierno se situaron en 14.000 millones de dólares. Es el quinto año consecutivo que baja la cantidad, lo que indica que es el propio usuario el que está impulsando las ventas de VE.
Además, los fabricantes de automóviles ofrecieron 370 modelos de coches eléctricos en 2020, con un aumento interanual del 40%. 18 de los 20 fabricantes de automóviles más grandes han anunciado sus intenciones de aumentar aún más el número de modelos disponibles. Asimismo, de impulsar la producción de vehículos eléctricos ligeros. Estos fabricantes representan el 90% de todas las ventas mundiales de automóviles.
Transporte por carretera
El informe enfatiza que el cambio del sector del transporte por carretera hacia los vehículos eléctricos se extiende más allá de los automóviles.
El modo de transporte por carretera más electrificado en la actualidad son los vehículos de dos y tres ruedas, como motocicletas y ciclomotores: más de 25 millones de unidades vendidas y la mayor parte en Asia.
Los autobuses urbanos también se han electrificado rápidamente. Además, los camiones pesados son un segmento donde los modelos eléctricos y las ventas recientemente han comenzado a crecer con fuerza. Es consecuencia de la mejora en el rendimiento de la batería ha mejorado y, por tanto, de una autonomía mayor.
Los vehículos eléctricos tienen un papel clave que desempeñar en la lucha contra las emisiones. Su contribución neta a la reducción de emisiones, que ya es evidente hoy, crecerá en paralelo a la descarbonización de la generación de electricidad. Esto pone de relieve la necesidad de que los responsables de la formulación de políticas piensen en las transiciones globales de energía limpia de manera integral en todos los sectores para garantizar que el progreso en un área no se vea socavado por las deficiencias en otro.