Red Eléctrica de España (REE) firmó ayer un acuerdo de colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para dar asistencia técnica a los ayuntamientos, promover el uso del coche eléctrico en todo el territorio y facilitar la instalación de puntos de recarga públicos en las ciudades y municipios.
El convenio con la FEMP señala cinco líneas de actuación: el intercambio de experiencias en el campo de la movilidad eléctrica, la asistencia técnica en esta área, el apoyo a la formación del personal de los consistorios para el fomento de la movilidad, la eficiencia energética y el desarrollo de energías renovables, y, por último, la colaboración en la gestión inteligente de los puntos de recarga de los municipios a través del Centro de Control del Coche Eléctrico (CECOVEL). Ahora, REE pone CECOVEL al servicio de los ayuntamientos para facilitar el despliegue de los puntos de recarga públicos en todo el país.
Según el presidente de Red Eléctrica, Jordi Sevilla, “nuestro compromiso con la movilidad eléctrica es firme, por eso queremos contribuir a poner en marcha iniciativas que ayuden a desarrollar las infraestructuras necesarias y favorecer su despliegue por todos los pueblos y ciudades de nuestro país”. A partir del próximo año 2019, REE asesorará a la FEMP en la elaboración de un pliego de condiciones que permita a la central de contratación de esta Federación licitar un acuerdo marco para que las entidades locales que lo deseen puedan adquirir puntos de recarga inteligente.
En la actualidad existen en España 4.800 puntos públicos de recarga. La estimación es que esta cifra crezca hasta los 90.000 (incluyendo los instalados en áreas urbanas y carreteras) en cinco años; hasta los 100.000 en diez años, y hasta los 120.000 en quince años. “La red de puntos de recarga públicos debe desarrollarse extensamente para generar confianza entre los ciudadanos y favorecer así la adquisición de coches eléctricos”, recordó Sevilla.
El sistema eléctrico, preparado para la llegada de la movilidad eléctrica
Durante la presentación del convenio de colaboración con la FEMP, Jordi Sevilla también se refirió a la capacidad del sistema eléctrico español para asumir la integración de un parque automovilístico plenamente eléctrico. “El Paquete de Energía Limpia de la Unión Europea sitúa al consumidor en el centro del sistema eléctrico y nuestra obligación es dar una respuesta segura a las necesidades de recarga”.
Actualmente, menos del 1% del parque automovilístico español es sostenible y las previsiones son que en 2050 éste se haya reconvertido totalmente, con la presencia de 24 millones de vehículos eléctricos. “Desde la perspectiva de la producción y el transporte, el sistema eléctrico está preparado para la integración de los vehículos eléctricos que se esperan durante la transición energética”, señaló Miguel Duvison, director general de Operación. De hecho, “por cada millón de vehículos nuevos que se incorporan, la demanda eléctrica se incrementaría en el entorno del 1%. Algo totalmente asumible para el sistema”, concluyó.
Centro de Control del Vehículo Eléctrico
Para que la integración del vehículo eléctrico en el sistema se realice de manera segura y eficiente, Red Eléctrica cuenta con el Centro de Control del Vehículo Eléctrico (CECOVEL), un proyecto pionero en España y en Europa y el primero de estas características desarrollado por un TSO, que se enmarca dentro del Centro de Control de Energías Renovables (CECRE).
El Centro de Control del Vehículo Eléctrico es un proyecto colaborativo con los principales actores de movilidad eléctrica del país -IBIL, GIC y próximamente FENIE- que integra en la actualidad cerca de 1.000 puntos de recarga georreferenciados. Con el nuevo acuerdo de colaboración y la consiguiente conexión de los puntos adicionales de recarga ya existentes en los municipios, CECOVEL se convierte en una herramienta básica para promover la movilidad eléctrica y podrá enviar consignas de actuación a los consistorios, favoreciendo una gestión más eficiente de la recarga.
La expansión del vehículo eléctrico es un elemento clave para favorecer la reducción de la contaminación en las ciudades y el ahorro de emisiones directas de CO2, mejorando la calidad del aire en las áreas urbanas. La entrada de un millón de coches eléctricos supondría el ahorro de 1,1Mt anuales, equivalente al 1,3% de todas las emisiones del transporte por carretera. De esta manera, en 2050 con generación 100% renovable, estas, tanto directas como indirectas, serían nulas.