La crisis de los michrochips sigue lastrando el plazo medio de entrega de vehículos. En Europa, los usuarios de países como Francia, Reino Unido, Alemania superan los 100 días de espera. España ha triplicado en un año el plazo medio de entrega, pasando de cuatro semanas a 87, días. Es decir, prácticamente, tres meses.
La falta de semiconductores no remite, y parece que no va a mejorar próximamente. Desde finales de 2020, el problema ha ido agravándose. A mitad de 2021 lo decíamos:
“La escasez de microchips, principal razón de la caída que se prolonga ya desde finales de 2020, está golpeando con fuerza la producción de vehículos. Y tanto a escala nacional como europea”.
En este momento, el plazo medio de entrega de un vehículo en España se ha multiplicado por tres en comparación con hace un año. Ha pasado de las cuatro semanas a los actuales 87 días, es decir, dos meses más de espera. Son datos de Kantar para Unoauto, el portal de Sumauto.
Este incremento, del 222%, supera con creces el incremento medio de tiempos de entrega experimentado por el conjunto de las cinco grandes potencias automovilísticas europeas: un 65%.
Plazo medio de entrega en otros países
No obstante, aun con este crecimiento tan notable, España es el país dentro de este G5 donde la espera es menor. De hecho, el plazo en Francia es de 153 días o, lo que es lo mismo, cinco meses, con un incremento de los tiempos del 94%.
En Reino Unido, los conductores viven una situación parecida: deben esperar 144 días, prácticamente 5 meses, un 82% más que hace un año. Sin embargo, Alemania, aún con 115 días, se encuentra en niveles similares a 2020, solo un 3% por encima en plazos de entrega. Y en Italia, si antes la espera era inferior al mes y medio, se roza ya los tres meses.
La intención de compra no desciende
A pesar de la mayor demora en en el plazo medio de entrega, muchos conductores siguen adelante en su intención de compra. Según Faconauto, a final de año se habrán acumulado 250.000 coches en la lista de pedidos de los concesionarios. Los vehículos computarán como matriculaciones en 2022.
Como dato significativo, la reserva de algunos coches de combustión, a pesar de la subida del impuesto de matriculaciones que entrará en vigor el 1 de enero, se mantiene. Dicha subida se debe a la entrada en vigor de la normativa comunitaria sobre medición de emisiones basadas en el ciclo WLTP. Encarecerá los precios de diferentes vehículos entre 800 y 1.000 euros, perjudicando a quienes tienen que esperar el plazo de entrega actual.
Según el portavoz de Unoauto, Ignacio Gª Rojí:
“Los concesionarios y compraventas están entendiendo el mensaje de que deben cerrar compras, aunque no se pueda matricular. Y el consumidor está comprendiendo las razones de causa mayor de estos retrasos. En un escenario difícil con muchos potenciales compradores y pocos coches, cada una de las partes lo está poniendo fácil. Y ésta debe ser la línea a seguir en 2022, es decir, cerrar compras y fidelizar clientes”.
Los 6 coches de hidrógeno que ya están o que estarán en las carreteras a corto plazo