La tecnología V2G, del inglés Vehicle-to-grid, supone dar una nueva dimensión dentro del esquema global de la red eléctrica. Un coche como el Nissan LEAF, dotado con esta tecnología, puede integrarse como un miembro más de la red V2g. Eso supone un ahorro para el usuario que, según la marca, podría alcanzar los 2.400 euros al año.
Como todos sabemos, el coche eléctrico cuenta con un motor que prescinde de carburantes fósiles en favor de la energía eléctrica. Esta electricidad procede de la red eléctrica doméstica. Gracias a los puntos de recarga, los coches eléctricos incorporan la energía cuando se encuentran conectados a la red eléctrica. La energía de sus baterías es la que aporta la energía en su desplazamiento.
A partir de ese momento, se puede invertir el esquema, dándole al coche eléctrico el protagonismo como dispensador de energía. Puede devolver y suministrar la electricidad a la red eléctrica doméstica. Así, la relación entre el coche y la red es bidireccional, alternando el ‘papel protagonista’. Lo hemos comentado anteriormente.
En consecuencia, la tecnología V2G permite ceder la electricidad almacenada en las baterías a la red eléctrica cuando los coches se encuentran conectados a una toma de corriente. Entonces, el usuario puede aportar energía de su coche cuando éste no la usa, incorporándola a la red en circulación.
La gestión inteligente de recarga permite la cesión de la energía acumulada integrando el coche eléctrico como un miembro más de la red V2G. Para ello, se utilizan tecnologías como NissanConnect EV. Ésta permite la gestión de los horarios de recarga de los coches eléctricos de Nissan en las horas valle, o tarifas de menor coste energético.
En Francia, Alemania o el Reino Unido ya está operativo este protocolo V2G, una opción que debe ofertar la red eléctrica local.
Beneficios de la tecnología V2G
Los beneficios de la tecnología Vehicle-to-grid son evidentes, tanto por cuestiones económicas, como de ahorro energético y eficiencia.
El usuario puede elegir los horarios de recarga de su vehículo; o introducir a su coche como fuente de energía, lo que supondrá que la red eléctrica bonificaría este aporte de electricidad.
Según un análisis realizado por el área de infraestructuras de Nissan: el coste energético de un hogar sin vehículo eléctrico, pero con un vehículo de combustión, ronda los 4.000 euros al año. Sin embargo, el coste energético de esa familia, en el caso de que tuviera un Nissan LEAF con sistema V2G sería de aproximadamente 1.600 euros. Es decir, el vehículo eléctrico podría ahorrar cerca de 2.400 euros al año en coste energético.
También importantes son los aportes sociales y ambientales que supone que los coches eléctricos adscritos a la tecnología V2G. Al ceder energía ya generada, evitan una sobreproducción de energía eléctrica. Este último aspecto también reduce el riesgo de que se produzcan sobrecargas de red. Es decir, que ayuda a evitar posibles apagones o cortes de suministro al conjunto de usuarios.
Nissan señala que la mayoría de los vehículos se mantienen en su práctica totalidad estacionados todo el día. La oportunidad de reconvertirlos en un acumulador que ofrece su energía a la red eléctrica cuando no resulta necesario resulta muy positivo. Además, supondría una reformulación de la idea generalizada del coche eléctrico como algo más que un acumulador y consumidor eléctrico. Es decir, un acumulador, consumidor, generador y dispensador de electricidad.
Desde el ámbito familiar hasta el profesional, cualquiera de las opciones permite integrar a los coches eléctricos de Nissan a la tecnología V2G. Por tanto, los transforma en elementos bidireccionales integrados en la red eléctrica.