Con la llegada de los motores eléctricos a la automoción el esquema tradicional del impulsor situado en la parte delantera o trasera del vehículo está siendo sometido a revisión. El motor en las ruedas puede tener sus ventajas y sus inconvenientes, pero lo que está claro es que es viable.
El motor integrado en la rueda aporta algunas características técnicas muy interesantes a los vehículos eléctricos. Un motor eléctrico es más pequeño que uno de combustión pero el resto de componentes necesarios como son la batería, el inversor y el resto de la electrónica hacen que su tamaño total sea similar. Pero tiene una ventaja clara: su modularidad, puesto que no todo tiene que ir en el mismo bloque. Situar el motor en cada una de las ruedas permite ganar espacio, quedando disponible el vano motor para redistribuir su espacio entre el resto de sistemas y además ganar maletero. También añade simplicidad técnica, al eliminar la transmisión del par desde el motor a las ruedas, con lo que su eficiencia puede ser hasta un 30% superior respecto al motor eléctrico convencional y permitir una mayor recuperación de energía en las frenadas regenerativas.
Pero también trae algún inconveniente como es la colocación de pesos en un lugar sometido a movimientos horizontales y verticales. Es lo que se conoce como masa no suspendida y puede perjudicar las características dinámicas y la calidad de conducción del coche. Esta tecnología busca dos mercados distintos en los que moverse. Por un lado vehículos nuevos tanto eléctricos puros como híbridos y por otro la reconversión de vehículos de combustión en eléctricos.
Algunos desarrollos
Hace unos días Schaeffler presentó la segunda generación de su E-Wheel Drive, proyecto en el que lleva trabajando desde 2010. Montados en las ruedas traseras de un Ford Fiesta, en las 16 pulgadas incluyen el motor, el sistema de frenado, el de refrigeración y la electrónica. Cada motor desarrolla una potencia de 45CV, con lo que la total es de 90 y el par superior a 700Nm. El peso total de cada rueda es de 53 kilogramos, contando con los 45 que añade el motor.
Protean también ha mostrado su diseño definitivo que lleva perfeccionando en los últimos años y que está listo para su producción. Es tan versátil que permite colocarlo en cualquier tipología de vehículo como demostró en mayo de 2012 impulsando una potente Mercedes, una camioneta pickup Ford F-150 o una furgoneta de pasajeros como la Opel Vivaro.
Cada uno de los motores se encuentra en el interior de la llanta de la rueda y desarrolla 75 kW (100 CV) y nada menos que 1000 Nm de par motor. Pesa 31 kilogramos cada uno. Un peso que reduce en buena medida el efecto sobre la conducción de la masa no suspendida.
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Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.