Según un reciente estudio de BNEF (Bloomberg New Energy Finance), la electrificación del transporte por carretera se acelerará en la segunda mitad de la década de 2020, gracias a la bajada del coste de las baterías y a la fabricación a gran escala, con las ventas de automóviles eléctricos llegando al 28% y las de los autobuses eléctricos al 84%, en sus respectivos mercados globales para el 2030.
El último pronóstico a largo plazo de Bloomberg New Energy Finance muestra las ventas de vehículos eléctricos (VE), que en 2017 consiguieron un récord de 1,1 millones en todo el mundo, en una cifra de 11 millones en 2025 y de 30 millones en 2030, gracias a la ventaja de costes sobre los coches de motor de combustión interna.
Para BNEF, China liderará esta transición, con ventas que representarán el 50% del mercado mundial de vehículos eléctricos en 2025 y el 39% en 2030.
El estudio indica que se espera que comience el descenso de ventas anuales de vehículos de combustión interna a mediados de 2020, momento en el que los VE ofrecerán una fuerte competencia. Asimismo, prevé una cifra de ventas de 60 millones de vehículos eléctricos para 2040, aproximadamente el 55% del mercado mundial de vehículos ligeros.
Sin embargo, el estudio también establece que los autobuses eléctricos tendrán un crecimiento mucho más espectacular que el de los VE. Indica que ya hay más de 300,000 autobuses eléctricos en las carreteras chinas y que dominarán el mercado global a finales de la década de 2020. Añaden que en 2040, el 80% de la flota mundial de autobuses municipales será eléctrica.
Sobre la demanda de energía y de metales
Otros datos interesantes del estudio son los que se refieren a la demanda de electricidad y de petróleo, como consecuencia de la transición del transporte hacia la electrificación. Los vehículos y autobuses eléctricos utilizarán 2.000tWh en 2040, lo que sumará un 6% a la demanda mundial de electricidad. Mientras tanto, se pronostica que el cambio de ICE a vehículos eléctricos desplazará 7,3 millones de barriles por día de combustible.
También BNEF ha analizado si las necesidades de metales clave, como el litio y el cobalto, a consecuencia del aumento del transporte electrificado, podrían generar escasez de suministro. Tal y como lo ven, puede llegar a haber una escasez de cobalto a comienzo de la década del 2020, lo que impediría esa reducción de costes del vehículo eléctrico citada previamente y, por tanto, la ralentización del crecimiento.
También las perspectivas de ventas de VE se van a ver influidas por la rapidez con que se extienda la infraestructura de carga en los mercados clave, así como por el crecimiento de la “movilidad compartida”.
Los analistas de BNEF prevén que la flota mundial de movilidad compartida va a aumentar, desde los poco menos de 5 millones de vehículos actuales a más de 20 millones para el 2040. Para entonces, más del 90% de estos automóviles será eléctrico, debido a los menores costes de funcionamiento. Y de ellos, el 40% de la flota de movilidad compartida será totalmente autónoma.
El estudio completo se puede encontrar en este enlace.