Un estudio realizado ETEenergyworld, en combinación con The Climate Group y Climate Trends, muestra un resistente escepticismo ante la movilidad eléctrica. Este, concretamente, habla de micro movilidad y movilidad compartida con vehículos eléctricos. Las conclusiones señalan que la movilidad compartida reduce el escepticismo con respecto a los vehículos eléctricos y es esencial para mejorar la calidad de vida.
El estudio indica que las tendencias recientes en micro movilidad eléctrica, con vehículos pequeños y ligeros, y la movilidad compartida están repuntando. De hecho, diferentes startups de movilidad optan por la electrificación rápida de sus flotas de vehículos. Persiguen costes más bajos, así como la reducción de los impactos ambientales.
Sin embargo, sus clientes se muestran a veces escépticos sobre la adopción de vehículos eléctricos, especialmente en los momentos iniciales. Algo que sigue presente en muchos ámbitos con respecto a la movilidad eléctrica.
La movilidad compartida y la experiencia de usuario
Una de las principales razones que contribuyen a esta aparente aversión son los muchos mitos que rodean la experiencia del usuario de vehículos eléctricos. Sin embargo, tal y como indica el informe, es un mito que la movilidad compartida electrificada dé lugar a experiencias de cliente insatisfactorias.
En poco tiempo, los coches eléctricos han conseguido mejorar aspectos, como autonomía o velocidad punta, que podían caracterizar a algunos de los pioneros de hace una década. Por tanto, el consumidor ya no tiene por qué sentir aprensión como ocurría años atrás.
Por supuesto, esto se puede trasladar a la movilidad compartida. De hecho, la transición a los vehículos eléctricos ha proporcionado el semillero perfecto para que los fabricantes de equipos originales y los proveedores de servicios de movilidad integren la tecnología adecuada en los vehículos. IA e IoT (inteligencia artificial e internet de las cosas) han desempeñado un papel crucial en la mejora de la experiencia del usuario. Hoy en día, el estado de la batería se monitorea continuamente con precisión. Eso permite que el consumidor conozca, en tiempo real, la autonomía disponible. Además, los localizadores GPS del vehículo pueden permitir al usuario localizar el vehículo fácilmente y dejarlo estacionado en cualquier lugar, para la movilidad compartida.
Las plataformas de movilidad compartida están en una posición óptima para brindar a los consumidores una mejor experiencia de usuario, con respecto a vehículos eléctricos. Las investigaciones muestran que un viaje corto de 3 a 5 minutos en un VE puede favorecer un cambio muy positivo de mentalidad. Por tanto, cuantos más jugadores de movilidad compartida eléctrica haya, más conductores conocerán los beneficios de la movilidad eléctrica.
La ansiedad por la autonomía en la movilidad compartida
No es cierto que la movilidad compartida eléctrica provoque ansiedad en el usuario por la autonomía. El estudio, que está realizado sobre conducción en India, muestra que un scooter realiza una media de 8 km diarios en Bengala. Y una bicicleta, entre 55 y 60 km, según la Dirección de Transporte Terrestre Urbano.
La ansiedad por la autonomía actualmente es un mito en la movilidad compartida. Incluso, las compañías procuran que el cliente ni se entere de los problemas con el alcance restante. Un intercambio de baterías oportuno, y una red de recarga adecuada, permiten a las startups controlar este aspecto sin problemas.
El miedo a una nueva congestión eléctrica
La movilidad compartida conduce a una mejor utilización de activos y mejor conectividad. Cada scooter de movilidad compartida puede eliminar de 4 a 7 vehículos privados en las carreteras, indica el informe.
Reducir la cantidad de vehículos en la carretera tiene el potencial de disminuir la congestión. También puede reducir, a su vez, tiempo, combustible y dinero. Quizás puedan salir perjudicados los fabricantes de vehículos, pero es indiscutible el beneficio para el medio ambiente.
Según el Informe del IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático), el sector del transporte contribuye al 23% de la energía total relacionada con las emisiones de CO2 a nivel mundial; el cambio a vehículos eléctricos compartidos y conectados puede contribuir a una reducción significativa de las emisiones. Esto, a su vez, conduciría a ciudades más limpias y verdes, haciendo que los usuarios también contribuyan como agentes verdes. Además, los vehículos eléctricos son en su mayoría silenciosos y pueden reducir en gran medida la contaminación acústica urbana, lo que resulta en una mejor experiencia del usuario.
Los operadores de movilidad compartida están preparados para ser el catalizador en la aceleración de la adopción de vehículos eléctricos, señala el estudio. Y no sólo en India, sino en muchas ciudades del mundo. Y, además, en tiempo y forma oportunos para mejorar en muchos aspectos la calidad de vida en las ciudades. Eso también redundará en beneficio del planeta.