La primera encuesta del Observatorio RACE de Conductores, sobre la ‘Intención de compra y nuevas formas de movilidad’ arroja resultados sorprendentes. Entre ellos, que el 75% de los conductores jóvenes, de entre 18 y 24 años, prefiere un vehículo de combustión a uno eléctrico. Y que sólo el 11% se decantaría por un híbrido.
El RACE ha realizado más de mil entrevistas para conocer qué previsiones de compra tienen los conductores para 2020. Y, además, qué medidas creen los conductores que se deberían adoptar de cara a los nuevos modelos de movilidad personal.
Las conclusiones del estudio son llamativas. En primer lugar, uno de cada cinco encuestados piensa comprar un coche nuevo en 2020. Y eso en un momento de ralentización de ventas como el que vivimos, ya que 2019 ha arrojado un 4,8% menos de matriculaciones que en 2018.
En cuanto a tecnología, siempre pensamos que las dudas pueden frenar las compras de vehículos eléctricos. Sin embargo, leyendo las cifras que da el RACE, parece que a ese problema se añade el que los eléctricos e híbridos tienen poco feeling entre los jóvenes conductores.
Datos generales. Jóvenes conductores y de más edad
Según el informe, más de uno de cada cinco encuestados se plantea comprar un nuevo vehículo en este año. Entre ellos, el 57,1% apuestan por las motorizaciones tradicionales de diésel y gasolina. Los vehículos híbridos son la primera opción para casi el 25%, mientras que eléctricos (7,3%) y GAS (GLP/GNC) no llegan entre los dos al 10%.
Sólo el 7,3% de los encuestados, de todas las edades, se plantea la compra de un VE
En contra de la opinión popular, los jóvenes son quienes más dan la espalda a la compra de un vehículo eléctrico. Especialmente, en la franja entre 18 y 25 años, donde su presencia es nula. Paradójicamente, los dos grupos de edad más avanzada, probablemente con mayor poder adquisitivo (por encima de 50 años), son porcentualmente los que más piensan en la compra de un eléctrico.
Un 75% de los conductores, de entre 18 y 24 años, que valoran comprar un coche en 2020 apuestan por métodos tradicionales de combustión. Ninguno comprará un eléctrico, y un 11% se decantaría por un híbrido.
El 75% de los jóvenes conductores se plantea la compra de un vehículo de combustión, no uno eléctrico.
Los conductores entre 25 y 50 años se decantan con mayor fuerza por el diésel. Mientras, los motores de gasolina son los preferidos por los más jóvenes.
En el apartado general: más del 95% de los conductores encuestados tiene un vehículo en propiedad; un 3% posee un coche de empresa; un 1,5% en la modalidad de renting; y un 0,8% son conductores, pero no disponen de uno.
El 76,7% de los conductores quiere tener el coche en propiedad
Respecto a la antigüedad: el 36,3% posee un coche con más de diez años; un 28,3% entre 6 y 10 años; un 28,8% entre 1 y 5 años; y sólo un 6,6% se lo compró hace menos de un año.
Nueve de cada 10 encuestados reclama ayudas para la renovación de vehículos que tengan más de 10 años de antigüedad. Mientras, el 82% se plantearía la posibilidad de comprar un coche seminuevo si este sector también recibiese ayudas.
Movilidad sostenible
El principal uso del vehículo es para desplazarse al trabajo (un 73%). Por detrás otras opciones: ocio (60%); ir a la compra (53%); llevar a los niños al colegio (17,4%); ir a clase (7%).
Entre los que trabajan, casi el 78% usan el coche como primera opción para ese desplazamiento. Eso contrasta con aquellos que usan los nuevos vehículos de movilidad personal (bicicleta o patinete), que apenas superan el 1%.
Además, los conductores españoles tienen clara su posición respecto a los vehículos de movilidad personal (VMP), como patinetes o bicicletas. Menos de uno de cada cuatro (24,1%) se plantearía utilizar estas modalidades en sustitución del coche. Y casi nueve de cada 10 (89,5%) opinan que deberían tener una regulación para circular, al igual que ocurre con coches, motos, etc.
Cerca del 83% de los encuestados piensa, además, que los usuarios de estos vehículos deberían emplear casco; un 80% pide que tengan un seguro de accidentes; y casi siete de cada 10 querrían que el uso de un chaleco reflectante fuese obligatorio.