Jeff Dahn, un físico canadiense que en junio de 2016 firmo un acuerdo de como investigador asociado con Tesla en el desarrollo de sus baterías, ha presentado algunos de sus progresos tras un año de colaboración, en una charla ofrecida en el MIT (Massachusetts Institute of Technology).
La investigación se centraba en NMC (níquel, manganeso, óxido de cobalto) que Tesla usa en las celdas del Powerwall y el PowerPack, las primeras fabricadas en la Gigafactoría de Nevada. En sus vehículos eléctricos Tesla utiliza NCA (níquel, cobalto, óxido de aluminio) que también forma parte de la investigación de Dahn. Tesla y Panasonic planean iniciar la producción de celdas de batería para vehículos en la Gigafactoría de Nevada a partir del 1 de junio de 2017, y serán montadas en el nuevo Model 3.
Dahn anunció que su equipo de estudiantes graduados ha sido capaz de desarrollar celdas de baterías que duplican la vida útil de las actuales, cuatro años antes de lo previsto, por lo que el objetivo de este proyecto ya se ha cumplido y ahora disponen de tiempo suficiente para mejorarlo considerablemente. Por lo que parece estas celdas todavía no están implementadas en los productos de Tesla, ni en los coches, ni en las baterías estacionarias. El investigador explicó que han ideado una nueva forma de probar las celdas de las baterías con el fin de controlar con precisión las razones de la degradación durante los procesos de carga y descarga.
Sus equipos permiten probar la degradación de nuevas químicas de forma muy rápida
Dahn no ha llegado a controlar técnicamente todas las interacciones químicas que influyen sobre el proceso de degradación de la batería, pero los equipos desarrollados les han permitido probar nuevas químicas con mayor precisión y mucho más rápido, lo que les ha permitido obtener resultados significativos relacionados con la longevidad de las celdas. El aumento de la vida útil de las baterías influirá de forma considerable sobre la reducción de costes del kWh. Puso como ejemplo los proyectos residenciales y de servicio público, que podrían ver reducido el coste del kWh (0,23 $/kWh para la energía solar residencial y 0,139 $/kWh para las instalaciones públicas).
Este nuevo método de prueba les llevó a descubrir que, con cierto recubrimiento de aluminio sobre las celdas ensayadas, la degradación se redujo al mínimo después de un gran número de ciclos de carga y descarga a temperatura moderada e incluso en condiciones adversas.
Podría ser que parte de esta investigación formase parte de las nuevas celdas de las baterías de Tesla
Según Dahn en febrero de 2017 el fruto de su investigación “ya está entrando en los productos de la compañía”, solo un mes después del anuncio por parte del fabricante del inicio de la producción de las nuevas celdas cilíndricas ‘2170’. Esto o quiere decir que estas nuevas celdas incorporen los descubrimientos de Dahn, puesto que suele ser necesario algún tiempo para implementar los productos probados con éxito en el laboratorio en las líneas de producción comerciales.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.