En un intento por recuperar rentabilidad, Jaguar Land Rover ha anunciado que va a reducir el 10% de su plantilla, a nivel global. También ha apuntado que la reducción se hará, sobre todo, en puestos directivos y en el Reino Unido.
Las caídas de ventas de vehículos diésel y los problemas en China, especialmente, han influido en el descenso de ventas de la marca. Jaguar Land Rover da empleo a 42.500 personas en todo el mundo y tiene previsto reducir esa cifra en 4.500.
Ralf Speth, CEO de Jaguar Land Rover, ha dicho recientemente:
“Estamos tomando medidas decisivas para ayudar a generar un crecimiento a largo plazo frente a las múltiples interrupciones geopolíticas y regulatorias, así como a los desafíos tecnológicos a los que se enfrenta la industria automotriz”.
La marca, propiedad de la india Tata Motors, planea ahorrar más de 2.700 millones de euros en año y medio con el programa “Charge and Accelerate”. Este programa creará una organización más ágil y resistente y llevará al fabricante a la producción de VE en UK.
Al respecto, han anunciado en Automotive News que la producción de VE va a comenzar en la planta de Wolverhampton en Inglaterra. Igualmente, que crearán un nuevo centro de ensamblaje de baterías en Hams Hall, cerca de Birmingham.
Ventas de Jaguar Land Rover
La compañía ha informado de una caída del 4,6 % en las ventas durante el ejercicio de 2018, llegando casi a 600.000 unidades vendidas. Lo cierto es que con el I-PACE por detrás, nadie podía imaginar las dificultades de la marca. Pero el problema reside en varios aspectos.
Ken Gregor, Director Financiero de la marca ya lo explicó antes de acabar el año: “China ha impulsado el agudo deterioro de las ganancias. Es el mayor desafío individual”.
Durante 2018, las ventas de Jaguar Land Rover en el país asiático se redujeron un 21,6%. El propio Gregor explicó que la planta de Changshu en China:
“Básicamente ha estado cerrada durante la mayor parte de octubre para permitir que comenzaran a reducirse nuestro inventario de vehículos y el de los concesionarios”.
Otra causa es la caída de ventas de modelos con motores de combustión, según la marca. El diésel representa el 90% de las ventas británicas de Jaguar Land Rover y el 45% de la demanda global.
La tercera es también inquietante en este momento. La marca ha advertido de nuevas pérdidas si el Reino Unido deja la UE con un mal acuerdo. La fabricación de sus vehículos en Gran Bretaña, principalmente, es un hándicap. Eso a pesar de su nueva fábrica en Eslovaquia, donde ha trasladado la producción del Land Rover Discovery. El objetivo era dejar espacio en Inglaterra para los futuros vehículos eléctricos.
Jaguar Land Rover ya ha gastado millones de libras en la preparación de Brexit. Sin embargo, los aranceles o controles aduaneros entre el Reino Unido y Europa supondrán un serio problema.
Nuevas tecnologías
Sobre la incorporación de tecnologías electrificadas, la cartera de productos de Jaguar Land Rover se ha ampliado en 2018. Han incluido el Jaguar I-PACE eléctrico, el Range Rover y el Range Rover Sport con versiones PHEV. Se espera el Evoque PHEV para otoño del presente 2019.
Desde estas líneas ya hicimos referencia, hace un tiempo, a los planes de la marca, con respecto a nuevas tecnologías. A partir de 2020, todos los nuevos vehículos de Jaguar Land Rover tendrán motor eléctrico. También seguirán desarrollando vehículos diésel y gasolina.
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