A la hora de comprar un coche eléctrico, ¿qué es lo primero que hay que tener en cuenta, autonomía o velocidad de carga?
En el momento de adquirir un coche eléctrico, siempre tenemos en cuenta una serie de factores, sobre todo por lo que respecta a la autonomía o velocidad de carga. También hay que tener en cuenta otros valores, como la eficiencia.
Pero, ¿te has parado a pensar cuál de estos valores hay que tener más en cuenta con los coches eléctricos? Hacemos una reflexión sobre este dilema, aunque ya se sabe, sobre gustos o preferencias no hay nada escrito.
¿Es crucial la autonomía en los coches eléctricos?
Cuando nos enfrentamos a trayectos largos, como los viajes por autopista, la autonomía se vuelve primordial. En estos momentos es cuando más demanda energética tiene un coche eléctrico y, por ende, cuando necesitamos una mayor autonomía, sobre todo considerando el factor tiempo. En tales circunstancias, lo mejor sería contar con una autonomía mínima de alrededor de dos horas de conducción o 200 kilómetros entre paradas.
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Por consiguiente, la autonomía se convierte en un factor crítico, especialmente si planeamos viajes largos, y no sólo para un uso urbano o como segundo vehículo. Es recomendable que el vehículo eléctrico pueda recorrer al menos 200 km antes de necesitar recarga.
De hecho, sería óptimo elegir un modelo que ofrezca una autonomía homologada de al menos 350 kilómetros, para tener un margen adicional. Y es que, ya se sabe, no es lo mismo la autonomía que homologa el fabricante que la que luego alcanza el vehículo realmente.
¿Importa la velocidad de carga en un coche eléctrico?
Aunque un coche eléctrico pueda recorrer 200 kilómetros entre recargas, la velocidad de carga también es esencial para minimizar el tiempo de parada durante los viajes. Por lo tanto, es recomendable buscar vehículos que puedan cargar a una potencia mínima de 100 kW, preferiblemente superando los 150 kW.
Y la diferencia entre detenerse para tomar un café e ir al aseo mientras se recargan 200 km de autonomía en poco tiempo, frente a tener que esperar largos períodos dentro del coche debido a una carga lenta, es significativa.
En resumen, la autonomía es fundamental para considerar un viaje largo en un coche eléctrico pero, una vez se cumple el mínimo necesario, la velocidad de carga cobra mayor relevancia.
¿Qué papel desempeña la eficiencia?
No podemos pasar por alto la importancia de la eficiencia. Un vehículo con una batería grande requiere más recursos para su fabricación y reciclaje, además de consumir más energía para recorrer la misma distancia, lo que se traduce en mayores costos de electricidad.
Optar por un vehículo eficiente no sólo reduce el uso de recursos energéticos en su fabricación y durante su vida útil, también puede contribuir a una factura de electricidad bastante más baja a largo plazo.
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Belén Valdehita es una periodista madrileña con más de 25 años de experiencia. Cursó los estudios de periodismo en el Centro de Estudios Universitarios San Pablo CEU. Actualmente colabora como redactora de contenidos freelance para webs como Hoteles.net, Tiempo.com o movilidadelectrica.com
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