Con motivo del 75 aniversario de Honda, dentro de poco podremos conocer nuevos modelos de la gama 100% eléctrica que relanzarán el interés en la marca japonesa. En una imagen teaser se pueden apreciar sendos coupés deportivos, presumiblemente con propulsión trasera o tracción total, que podrían llegar al mercado el año que tiene. Uno de ellos tendrá las siglas Type R.
De aquí a 2030, Honda espera interoducir 30 coches eléctricos, desde minicoches para Japón (kei cars) para uso comercial y particular, hasta modelos de alto valor añadido por precio y prestaciones. El volumen que se habrá acumulado para entonces será de 2 millones de unidades, de acuerdo a sus previsiones internas. Dos de esos modelos serán estos deportivos.
Uno de ellos recuerda bastante al NSX, que en dos generaciones ha representado la élite de los deportivos de Honda. La primera generación debutó en 1989 y se produjo de 1990 a 2005. Su corazón mecánico era un gasolina V6 con tecnología VTEC. Volvió en 2016 con el mismo nombre, Honda NSX (o Acura NSX en Norteamérica), esta vez como un híbrido de tracción total con otro motor V6 VTEC. Su producción cesó en 2022. Su retorno se espera con motores eléctricos, lo esperable en un notable salto evolutivo.
Kotaro Yamamoto, responsable técnico de Honda, declaró a CAR: “Type R significa competición. Es el placer transportado. Un coche eléctrico puede proporcionar esto, y un Type R no tiene por qué ir ligado a un motor de combustión interna. Incluso en una socidad electrificada por completo, seguirá habiendo [Honda] Type R proporcionando el placer de conducción definitivo”.
De hecho, Honda dejó caer hace años que Type R ni siquiera iba ligado a motores de gasolina, cuando trabajaron en lograr un Type R con motor diésel, lo que a efectos prácticos no llegó a suceder. No tenemos ninguna pista de cuáles serán las prestaciones o la potencia del futuro Honda NSX -si es que mantiene ese nombre-, pero bien podrían ser más de los 580 CV de la segunda generación. Y como cabe esperar, no será nada barato.
El otro modelo será un GT y estará posicionado por debajo del NSX. Los nuevos deportivos utilizarán la arquitectura eléctrica e:n de la marca, que es apta tanto para motores delanteros como traseros, o la combinación de ambos. Sin embargo, la prioridad de Honda no son los deportivos eléctricos, sino los SUV eléctricos que se puedan vender a gran escala. Es ahí donde están los beneficios más jugosos.
El año que viene se lanzará el primer SUV eléctrico en América, el Honda Prologue, desarollado junto a General Motors y basado en su arquitectura eléctrica Ultium. A mediados de la década Honda tendrá una plataforma eléctrica más evolucionada, así como modelos más asequibles que puedan ser competitivos en términos de autonomía con modelos de gasolina actuales. Desde el cambio de dirección en 2021, Honda trata de recuperar el terreno perdido frente a otros fabricantes.