En colaboración con otras instituciones, Ford está trabajando en el desarrollo de una herramienta de seguridad vial con el objetivo de predecir puntos conflictivos o potencialmente peligrosos y comunicar la información a las autoridades destinadas a la prevención de accidentes.
La herramienta en la que la marca trabaja realizará un análisis de la información de vehículos conectados, sensores inteligentes de carretera y datos de autoridades locales con el fin de determinar cuáles son las ubicaciones más susceptibles de producir accidentes, así como la causa de los mismos.
Con la experiencia adquirida del proyecto, las autoridades municipales podrán adoptar medidas más ajustadas a los peligros reales.
Junto con Ford, también participan en el proyecto Vivacity Labs, Oxfordshire Country Council y la Universidad de Loughborough, con el apoyo de Transport for London y la financiación de la agencia de innovación del Gobierno británico, Innovate UK, y el Departamento de Negocios, Energía y Estrategia Industrial del Reino Unido.
¿En qué consiste la herramienta de seguridad vial?
Este verano, 700 turismos y vehículos comerciales se conectarán de forma voluntaria en Oxfordshire y Londres para poder aportar datos procedentes del pedal de freno y el ángulo del volante. Esta información se analizará junto con la que recaben hasta 25 sensores inteligentes, que hacen uso de algoritmos de aprendizaje para detectar incidentes de proximidad y pueden predecir patrones de movimiento de usuarios como peatones y ciclistas.
Con la información y experiencia adquirida se tratará de desarrollar un producto comercial del que puedan beneficiarse ciudades de todo el mundo, así como herramientas de predicción de incidentes que mejoren la seguridad vial.
Precedentes del proyecto de Ford
El nuevo proyecto que Ford lleva a cabo este verano nace tras dos pruebas llevadas a cabo en Londres por parte de analistas y científicos de Ford Mobility. En ellas, fueron analizadas muestras de más de 1,5 millones de kilómetros de conducción de vehículos conectados con el objetivo de informar a las autoridades de los puntos de seguridad vial más conflictivos.
Como resultado de estas investigaciones, se concluyó en que se hacían necesarias mejoras como la implantación de cámaras de luz roja para disuadir los saltos de señales, la reducción de vegetación para hacer visibles todas las señales y la repavimentación de calzadas.