La elección de la capa física de la redes de alta velocidad que equipan los coches supone un aspecto clave que influirá en el peso y el coste del vehículo. Ante ello, la fibra óptica plástica se erige como una de las opciones más eficaces.
Con unas previsiones en las que se coloca a los sistemas de entretenimiento y de información, así como a los sistemas ADAS de apoyo a la conducción como partes integrales de los vehículos del futuro, las redes de alta velocidad que hacen posible el funcionamiento de estos sistemas se hacen realmente necesarias.
Por ello, la elección de la capa física de estas futuras redes de alta velocidad será clave para determinar el coste y el peso del vehículo, factores fundamentales en las estrategias de las marcas. No será fácil, ya que esta selección supone un problema de ingeniería complejo al requerir un balance que cubra las necesidades de velocidad, coste y robustez de la red.
Alternativas para la capa física de las redes
Las dos alternativas con las que se ha trabajado tradicionalmente para la capa física de aplicaciones de transmisión de datos embarcada son la óptica y cobre. Es esta última la que en la actualidad es elegida por defecto en nuevas configuraciones, ya que elimina el riesgo de adoptar un nuevo medio físico. Aún así, el cobre no se libra de desventajas como la falta de inmunidad al ruido electromagnético, las emisiones electromagnéticas y la incapacidad de aislar galvánicamente áreas eléctricamente separadas por razones de seguridad. Del mismo modo, el cobre también tiene aspectos en contra como su peso o la volatilidad de su precio.
En cambio, la fibra óptica plástica (POF por sus siglas en inglés) se adapta mejor a las nuevas necesidades gracias a su capacidad de transmisión de hasta 1 Gbps sobre un medio óptico. También la convierten en una gran opción su bajo coste (menor que el par de cobre apantallado y similar al coaxial o al par de cobre con chaqueta).
Al contrario que las soluciones de cableado basadas en cobre, la evolución del precio de la fibra óptica plástica es más estable. También cuenta con ventajas como su inmunidad al ruido electromagnético, un peso mucho menor que el cableado de cobre y su capacidad para soportar entornos agresivos y temperaturas de hasta 105ºC. Por último, la anteriormente transmisión de 1Gbps puede ser alargada hasta 50 metros sin necesidad de repetición intermedia.
¿Dónde encontramos la fibra óptica plástica?
En la industria de la automoción, la fibra óptica plástica se encuentra en aplicaciones como las cámaras de asistencia al aparcamiento, sistemas de gestión de baterías, antenas, sistemas de visión nocturna y sistemas equipados con cámaras de visión 360º.
En este ámbito, la empresa española KDPOF (Knowledge Development For Plastic Optical Fibres), ha superado las pruebas de rendimiento operacional de JASPAR (Japan Automotive Software Platform and Architecture) con su sistema de comunicación patentado para la transmisión y recepción de información a velocidades de 1 gigabyte.
Fuente: Óscar Ciordia, Director de Marketing-Automoción de KPDOF.