El Observatorio del Vehículo de Empresa indica que el sector tiene un interés real en este tipo de tecnología, pero que sigue sin tener claro la ecuación coste/uso, por lo que desde el pasado 2017 ha descendido el número de empresas que piensan en eléctricos a corto plazo.
El Observatorio del Vehículo de Empresa (CVO) -promovido por Arval, compañía de movilidad del Grupo BNP Paribas- acaba de publicar su decimocuarto ‘Estudio de Tendencias de Movilidad Corporativa’ en 12 países de Europa. Se cumplen 10 años desde que se lanzara en España la primera edición de este estudio, que se ha convertido en una referencia para el sector por sus datos, visión del mercado y tendencias.
Incluye una amplia visión del mercado automovilístico y sus tendencias; y el barómetro, analiza el sector en base a 4.000 entrevistas a gerentes de flotas que representan los principales sectores de actividad, así como todos los tamaños de flotas y empresas. En esta última edición, la de 2018, el CVO analiza aspectos como el interés de las empresas por las motorizaciones alternativas, entre otros.
El estudio, realizado entre casi 4.000 gestores de flotas de pymes y grandes empresas de trece países, muestra cómo, aunque la movilidad eléctrica y fórmulas que la ponen en valor como el carsharing han ganado popularidad, todavía necesitan recorrido para ser una solución consolidada en el mundo corporativo.
Entre los hándicaps, según el Observatorio, están los puntos de recarga, la autonomía o el alto precio de compra, pero la posición de las empresas parece recoger, más allá de lo citado, “cómo el posicionamiento actual de impulso a las energías alternativas, no refleja la opinión de la empresa en cómo hacerlo más eficiente ante la falta de una estrategia continuada de impulso al eléctrico”.
Contexto europeo
En el contexto europeo, nuestro país se encuentra en el tercio inferior de la tabla en intención de uso del eléctrico, que encabeza Holanda, donde las compañías con vehículos de esta tecnología duplicarán a las españolas en el próximo trienio. Cierto es que Holanda cuenta con una red de postes de recarga diez veces superior a la de España y mejores sus ayudas para la compra de eléctricos.
Curiosamente, el estudio añade que entre las alternativas limpias, la balanza se inclina claramente hacia la tecnología híbrida, que ha ganado peso en el último año, pasando de un 23% a un 37% el porcentaje de grandes compañías que ya suman estos vehículos a su flota.
Más información sobre el CVO de 2018 en este enlace.