El pasado fin de semana, especialmente significativo para los amantes del automóvil al concentrar las 24 horas de Le Mans y el Gran Premio de Canadá de F1, se ha visto eclipsado y sacudido por la noticia de la salida inesperada (tenía contrato hasta 2028, renovado el año pasado) del italiano Luca de Meo como máximo responsable del Grupo Renault.
No fue casualidad, ya que el consorcio francés estaba representado en ambas carreras, a través de su marca Alpine y, de hecho, la noticia se dio a conocer en la mítica prueba de resistencia por él mismo.
Luca de Meo, un ejecutivo de raza
Tuve ocasión de conocer fugazmente a Luca en los primeros años de la década de los 90, cuando empezó a trabajar en Renault, en su histórica sede parisina de Point du Jour, y ya destacaba por su enorme energía y pasión. Eran tiempos de aprendizaje, al amparo de ese gran líder que era Louis Schweitzer, brillante presidente en esa época.
De Meo era, ya entonces, un ejecutivo “de raza”, que, como él mismo explica en su libro, de ineludible lectura, “Diccionario sentimental del automóvil”, era un amante total de los coches desde finales de 1973, cuando contaba con sólo 6 años de edad.
A lo largo de las tres décadas acontecidas desde entonces, el italiano ha participado de manera directa o indirecta en más de 150 lanzamientos de producto de diversas marcas, dejando siempre el sello de un apasionado total del automóvil.
Renault, Toyota, Fiat, Audi, Seat y, de nuevo, Renault
A grandes pinceladas, tras su paso por Renault y, posteriormente por Toyota, recaló en 2002 en el Grupo Fiat, donde bebió de los conocimientos y la personalidad de otro “monstruo” del sector, el también transalpino Sergio Marcchione. De su mano desarrolló su gusto por hacer revivir con nuevo lustre y éxito comercial modelos “retro” míticos. En 2007 veía la luz el nuevo “cinquecento” y, al año siguiente, el relanzamiento de la firma Abarth. Ambas ideas combinadas vinieron aparejadas de grandes resultados en términos de rentabilidad, ventas e imagen.
Su paso posterior por Audi le acabó llevando a la presidencia de Seat en 2015, donde concibió y puso en marcha la extraordinaria idea de la nueva marca Cupra en 2018.
Por citar algunos datos, Cupra ha comercializado más de 800.000 unidades en estos 7 años de vida, casi 300.000 en 2024, y teniendo un espectacular acogida en el mercado alemán, el mayor de Europa. Todo un caso de estudio de cómo lanzar un nuevo competidor con éxito en un mercado muy saturado, gracias a un diseño, una frescura y un posicionamiento producto y publicitario dignos de encomio.
De nuevo, Renault
Y es en este momento álgido de su carrera, con 53 años, cuando decide asumir el reto de reconducir el Grupo Renault, tocado del ala desde la sorprendente y traumática detención de su entonces presidente, Carlos Ghosn, en Japón, a finales de 2018.
De Meo coge las riendas hace justo 5 años, en julio de 2020, en plena pandemia y con unas pérdidas operativas de más de 8.000 millones de euros. Abandona la compañía presentando unos beneficios de 4.263 millones de euros en 2024, haciendo crecer la cifra de negocios de 44.000 a más de 56.000 millones de euros. Desde su llegada hasta el día de hoy, Renault se ha revalorizado más de un 100% en el índice Euronext de Paris, según informa El Economista.
¿Dónde reside la “magia” de Luca?
¿De dónde provienen estos resultados?, ¿dónde reside la “magia” de Luca?
Fruto de sus primeros e intensos meses de trabajo, presentó a todo el sector, a comienzos de 2021, su ambicioso plan “Renaulution”, que, como dejaba entrever su nombre, trataba de poner en marcha una auténtica revolución en el Grupo Renault. El Plan Estratégico, diseñado a 5 años vista, cubría múltiples facetas de la gestión y llamó la atención por su creatividad y dimensión. En pocas palabras, se trataba de afrontar en fondo y forma todos los retos que se presentaban.
En el apartado de la gestión de las diferentes marcas del Grupo, planteó un cambio radical que consistía en constituir 4 grandes business units independientes: Renault, Dacia, Alpine y Mobilize, unidas por funciones soporte comunes. Esto suponía de facto la “mayoría de edad” para Dacia quien, a partir de entonces, iba a asumir el riesgo de crecer como marca realmente independiente, con su red comercial, equipos y estrategia 100% propia.
En lo referente a la marca Renault, la gran prioridad fijada fue pasar “del volumen al valor”, es decir, comercializar productos de segmentos superiores, más rentables, aunque las ventas fueran relativamente menores. De facto, a lo largo de los años del plan, se pasó de un 15% a un 45% el peso de las ventas de los segmentos C y D gracias a la avalancha de productos medio/altos lanzados en un corto espacio de tiempo, bajo la batuta del extraordinario diseñador Laurens van den Acker.
Renault 5 eléctrico
Cuenta Luca en su libro que, en su primer día de trabajo, le enseñaron en el Technocentro todos los prototipos previstos y quedó decepcionado. Sin embargo, se encontró en un pasillo con una maqueta experimental naranja fluorescente del R5 y quedó enamorado al instante.
De ahí arrancó su decisión de lanzar, lo antes posible, una gama 100% eléctrica basada en el concepto vintage de los grandes éxitos de Renault que aseguraron la movilidad para todos: el R4, el R5 y el Twingo. Y esa gama ya es a día de hoy una realidad, contribuyendo al máximo nivel para volver asequible la movilidad cero emisiones para todos.
Alpine y Mobilize
Con respecto a Alpine, recién recuperada en 2017, De Meo fijó una hoja de ruta que pasaba por “ganar el domingo y vender el lunes”, apoyada en una apuesta decidida por su presencia en la alta competición, que pasó por el cambio de denominación del equipo de Fórmula 1 de Renault a Alpine y por el fichaje de Fernando Alonso. Esto se complementaba con la creación de una gama completa de modelos deportivos 100% eléctricos que está empezando a ver la luz, el “dream garage”.
Para complementar todo esto, lanzó una nueva marca, Mobilize, para cubrir el mercado creciente de vehículos como un servicio global, que actualmente, ya incluye hasta sus propios cuadriciclos, Duo y Bento, 100% eléctricos.
Con la salida de Luca de Meo no sólo de Renault, sino del sector del automóvil (se rumorea que va a fichar por el sector del lujo y la moda), tengo la sensación íntima que se nos va uno de los grandes, de esas enormes personalidades, como Lee Iacocca u otros ya nombrados en esta columna, que hicieron de su pasión la excelencia.
Jean Dominique Sénard, presidente del Consejo de Administración del Grupo Renault, dijo de él que destacaba por ser creativo, comprometido, apasionado y apasionante. Me recuerda inevitablemente a Daniel Day Lewis protagonizando la película de “El último mohicano”. Esperemos que su pérdida no sea irreparable, y que el sector del automóvil se siga nutriendo de altos ejecutivos que fueron, desde niños, “locos de los coches” y que nunca perdieron, como dice Luca, la “E”, de emoción.
Carlos Izquierdo, antiguo director de publicidad de Renault y responsable de comunicación en el proyecto del "vehículo eléctrico”, es actualmente profesor universitario y colaborador de movilidadelectrica.com. Sus textos llenos de sabiduría y una buena dosis de corriente eléctrica nos hacen reflexionar y estar al día.