A pesar de que muchos indicios iban avisando de la tormenta perfecta que se avecinaba, la verdad es que pocas personas en el mundo se imaginaban, el 2 de abril pasado, hace justo una semana, de la revolución, en todos los sentidos, que se iba a poner en marcha tras la proclamación del “día de la independencia económica” por parte de Donald Trump.
En un marco deliberadamente idílico, como la rosaleda de la Casa Blanca, el presidente de EEUU lanzó los fuegos artificiales en forma de aranceles en todas direcciones. Tengo la impresión de que comunicó la noticia el día 2, en lugar del 1 de abril, porque en EEUU es el equivalente español al 28 de diciembre, y hubiera parecido más bien una inocentada.
Así podrían afectar los nuevos aranceles de Trump a las fábricas de coches españolas
De todo el abanico de medidas anunciadas, el dato más directo y relevante para nuestro querido sector del automóvil fue el gravamen de un 25% sobre los vehículos y componentes “extranjeros” importados a territorio americano.
Tras el shock inicial, rápidamente entra en escena su alter ego, Elon Musk, ese multimillonario creador del fenómeno Tesla y que figura desde que Trump tomó posesión de la presidencia de EEUU, como su “pepito grillo” u hombre de completa confianza a los ojos de todos. El único que le entiende, realmente. Su apoyo más íntimo, vamos.
Trump y Musk, la extraña pareja
Pues bien, en esta crisis de los aranceles, a mí me recuerdan a los protagonistas de la famosa película “La extraña pareja”, de Walter Matthau y Jack Lemmon, dos excéntricos antitéticos defendiendo posturas radicalmente opuestas. Y es que toda esta estrategia comercial me transporta a una partida de mús, en la que Donald juega a Grande y a Juego, y Elon a Chica y a Pares. Me explico, para los no conocedores de este juego de naipes tan español que se juega en pareja: se han dividido los papeles de poli bueno/poli malo desde el principio.
La gran mascarada comienza un par de días después del radical anuncio impositivo, cuando Musk, inesperadamente, acompañado por varios legisladores del partido republicano, aboga públicamente por un arancel cero mutuo entre la Unión Europea y EEUU, lo que contribuye a crear una mayor confusión entre los que intentan averiguar qué está pasando realmente y las intenciones de fondo de Trump.
En esta misma línea, el brillante empresario de origen sudafricano arremete, otros dos días después, contra el mismísimo Peter Navarro, el gurú comercial de Trump y principal instigador del bombazo de los aranceles, llegando a llamarle “tarado” (Peter Retarred, haciendo un humillante juego de palabras), más tonto que “un saco de ladrillos” y poniendo en duda lo que aprendió en la prestigiosa universidad de Harvard.
Caen las ventas de Tesla
Es verdad que los resultados de Tesla en 2025 se estaban deteriorando, coincidiendo con la omnipresencia de Musk en las actividades de Trump, (ventas inferiores en un 13% en el 1er trimestre 2025 frente al mismo período de 2024, a pesar de la renovación del Model Y). Pero este deterioro ya se hizo patente en el beneficio por unidad en 2024, donde cayó un 15%, a pesar de situarse Tesla como la 5ª marca mundial en este concepto, sólo detrás de grandes firmas como Ferrari, Porsche, Mercedes y BMW.
Si es cierto que en Alemania, donde se sitúa la única factoría de Tesla en territorio europeo, el descontento de los ciudadanos alemanes se ha hecho patente con una disminución de un 62% de las ventas de Tesla en el trimestre referido, pero no parece realmente justificar la posición de Musk, que más bien interpreto yo personalmente como una jugada más dentro de la estrategia conjunta de ambos personajes.
De hecho, donde realmente reside el negocio de Tesla es en el mercado chino, donde realiza 1 de cada 3 de sus ventas globales y, por supuesto, mucho más que en EEUU (sin ir más lejos, el Model Y -fabricado localmente- ha sido en marzo de 2025 el automóvil más vendido en el mercado chino).
La realidad del mercado de automoción en EEUU
Y, entrando en materia del comercio de automoción, ¿cuál es la realidad del mercado de EEUU?. Veamos la foto de 2024.
A nivel ventas, sobre un mercado de 16 millones de unidades, el conglomerado americano General Motors es el líder con un 17% y más de 2.500.000 vehículos comercializados. Le sigue de cerca Toyota (15%) y completa el podio la otra gran marca americana, Ford, con un 13%. Hyundai (11%) y Honda (9%) completan el “top 5”. Las marcas europeas vienen después.
Ahora bien, si miramos dónde se han producido esos 16 millones de coches, nos encontramos conque el 60% lo ha hecho fuera de las fronteras de EEUU: 2,2 millones, en México, 700.000 en Canadá, es decir, casi 3 millones “a las mismas puertas”. La otra “parte del león”, proviene de lugares muy lejanos: 1 millón, directamente de las fábricas en Japón y 1,3 millones de las factorías de Corea del Sur. Europa, con todas sus marcas, supone poco más de 800.000 unidades, de las cuales ninguna desde las plantas españolas.
Curiosamente, tan solo 57.000 unidades de los 16 millones de vehículos vendidos en EEUU han sido fabricados en China. La gran paradoja es que, por ejemplo, de esos 57.000, 48.000 (un 85%) han sido producidos por…¡General Motors en su factoría ubicada en territorio chino!.
Y este caso no es nada comparado con el de Corea del Sur: los 1,3 millones de vehículos vendidos en EEUU y fabricados en el país asiático corresponden, sí, a la marca coreana Hyundai en un 70%…pero el 30% restante (más de 400.000 unidades), también han correspondido a la factoría que tiene allí ubicada, en plena Asia, General Motors.
Ford y General Motors
Y es que, en realidad, por decisión propia, Ford, sólo produce en EEUU el 46% de sus ventas y General Motors, el 57% (México acapara un 30% del total de su fabricación)
Cuando uno asiste a la presencia de un honrado jubilado americano, antiguo trabajador de Ford y Chrysler en Detroit, el señor Pannemaker, en la rueda de prensa de Trump del 2 de abril, un caballero que recuerda vagamente a la figura de Clint Eastwood en la película Gran Torino, quien declara sus alabanzas a Trump argumentando que va a devolver el automóvil a las plantas infrautilizadas americanas y que los beneficios los van a ver en 6 meses o un año, gracias a los aranceles, pues…sólo cabe esgrimir una cierta sonrisa.
Parece harto improbable esta reindustrialización del automóvil en EEUU. No disponen ni del parque de proveedores, ni de la mano de obra formada, ni de la voluntad de esos trabajadores para trabajar a cambio de un sueldo que, para que fuera competitivo, debía estar muy por debajo de sus expectativas. Lo que sí es seguro es que, para el consumidor medio americano, inflación general muy probable aparte (según la supuestamente neutral UBS la inflación subyacente puede alcanzar el 5% en EEUU en 2026), adquirir un vehículo de importación para un ciudadano estadounidense se iba a poner entre 5 y 10.000 dólares más caro.
El nivel de cinismo con el que están librando este juego perverso nuestra extraña pareja es, pues, espectacular.
A España, ¿cómo le afecta?
Y todo este tornado, a España, ¿cómo le afecta?. Ya hemos comentado que, en venta directa de vehículos a EEUU, por ahora, en nada, ya que ninguna de los cerca de 2,5 millones de unidades fabricadas en 2024 en nuestro país se ha comercializado en EEUU. De hecho, venimos de una situación similar ya en 2023, donde tan solo se exportaron unas 50.000 unidades de algunos furgones de Ford y Mercedes.
Pero, de manera indirecta, nos repercute en mucho, ya que cualquier riesgo de ralentización del crecimiento europeo, y ya no digamos de recesión, influye de lleno en las exportaciones de nuestra producción nacional, en este caso de automoción, a nuestros principales destinatarios, que no son otros que los consumidores de Alemania y de Francia, entre otros.
En el caso de los componentes, los aranceles se aplicarían a partir del 3 de mayo, y afectarían a motores, transmisiones, baterías de iones de litio, neumáticos y un largo etc.. Según informa Sernauto, EEUU es actualmente el 8º país receptor de nuestras exportaciones, por valor de poco más de 1.000 millones de euros sobre un total de 16.000 millones, de los cuales casi 4 millones van a parar a Francia y otros tantos a Alemania. Pero, cuidado, es un producto de alto valor añadido que también se exporta en gran cantidad a las factorías de las distintas marcas en México, que se encuentra “en barbecho” en el tema de los aranceles…hasta nueva orden.
A día de hoy, con una semana exacta transcurrida tras el “seísmo”, nos encontramos con un nuevo capítulo de la obra de teatro. Eso, una vez zarandeadas las bolsas de todo el mundo, donde “a río revuelto…ganancia de pescadores”. Trump se descuelga con una moratoria de 3 meses, manteniendo el 10% de arancel general y, por ahora, el 25% sobre la automoción, lo que desactiva temporalmente las posibles represalias de numerosos países, entre los que se encontraba el conjunto de la Unión Europea, quien ha dejado en suspenso su paquete de represalias arancelarias. Precisamente, va a estar encima de la mesa, como objetivo último de la negociación, un acuerdo de cero aranceles con EEUU, en línea con lo propuesto por Elon Musk…
Carlos Izquierdo, antiguo director de publicidad de Renault y responsable de comunicación en el proyecto del "vehículo eléctrico”, es actualmente profesor universitario y colaborador de movilidadelectrica.com. Sus textos llenos de sabiduría y una buena dosis de corriente eléctrica nos hacen reflexionar y estar al día.