Los problemas de energía de China han empujado a las principales empresas energéticas estatales a reducir el uso de energía y garantizar que haya suministros de combustible adecuados para el invierno que se acerca, según un informe recogido por Techwire Asia. Entre las industrias afectadas se encuentran aquellas en el sector de la fabricación de componentes para vehículos eléctricos.
El gigante asiático, con más de mil millones de habitantes, está luchando contra una crisis energética que amenaza con afectar el crecimiento de su economía, actualmente la segunda en el mundo. Los cortes de energía generalizados han cerrado o parcialmente cerrado fábricas, afectando la producción y las cadenas de suministro globales.
Según AFP, la crisis ha sido causada por una confluencia de factores que incluyen el aumento de la demanda en el extranjero a medida que las economías se reabren, precios récord del carbón, controles estatales de precios de la electricidad y objetivos estrictos de emisiones. En este sentido, más de una docena de provincias y regiones se han visto obligadas a imponer restricciones al uso de energía en los últimos meses.
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Preocupación en el Gobierno de China
Bloomberg News, citando a personas familiarizadas con el asunto que no querían ser nombradas, informó de que el viceprimer ministro Han Zheng había comunicado a las compañías de energía que se aseguraran de que hubiera suficiente combustible para mantener el país en funcionamiento, además de advertir que Pekín no toleraría apagones.
Jeffrey Halley, analista senior de mercado de OANDA, explica en Bloomberg News: “Probablemente sea una fuerte señal de lo preocupada que está China por mantener la industria en marcha y, lo que es más importante, por el invierno que está a la vuelta de la esquina”.
“Pagarán lo que sea por carbón o gas natural licuado”
Casi el 60% de la economía china funciona con carbón, pero el suministro en el mayor importador de carbón del mundo se ha visto interrumpido por la pandemia y reducido por la caída de las importaciones en medio de una disputa comercial con Australia. Ahora, a medida que la demanda de energía de las fábricas en China comienza a dispararse, se evidencia que las empresas estatales no han podido comprar suficiente combustible tras la drástica subida de precios.
La declaración de Han generó preocupaciones de que los precios de las materias primas, que ya eran altos, pudieran aumentar aún más. Bjarne Schieldrop, analista de SEB, advierte: “Ofrecerán lo que sea necesario para ganar una guerra de ofertas por un cargamento de carbón o gas natural licuado.”
Las fábricas que abastecen a multinacionales como Apple y el fabricante de coches Tesla se encuentran entre las que deben detener temporalmente la producción. “Si las fundiciones chinas de acero y aluminio van a cerrar durante períodos prolongados, puede estar seguro de que repercutirá en las cadenas de suministro mundiales”, añade Halley. El parón en las fábricas de componentes de vehículos eléctricos tendría consecuencias directas para el sector de la electromovilidad a nivel mundial.
Fuente: Techwire Asia.
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