Carlos González Martín ha sido nombrado responsable de desarrollo de negocio para la gama de autobuses eléctricos de Alstom, Aptis. Desde su nuevo cargo, Carlos será responsable de la introducción en el mercado español y portugués de la nueva solución de movilidad eléctrica desarrollada por Alstom.
Carlos, además, se encargará también del desarrollo en España de las nuevas tecnologías y soluciones innovadoras de Alstom en materia de movilidad eléctrica y sostenible, como los sistemas de carga rápida para autobuses eléctricos, el proyecto de e-roads para el transporte de mercancías, vehículos autónomos para los trayectos de última milla, etc.
Aptis ha sido diseñado para optimizar el coste total de propiedad, gracias a sus reducidos costes de mantenimiento y explotación, así como a su mayor vida útil. Para las autoridades locales, por lo tanto, tendrá un coste total equivalente al de los autobuses diésel actuales.
Ingeniero industrial, Carlos González cuenta con 15 años de experiencia en el sector automovilístico, con especial dedicación a la promoción de la movilidad eléctrica. Convencido de la necesidad de promover una transición hacia modelos de movilidad sostenibles, fue uno de los pioneros del sector en España, impulsando nuevos e innovadores proyectos, incluida la introducción de taxis y autobuses eléctricos urbanos en las principales ciudades.
Con anterioridad a su incorporación en la empresa, Carlos González ejerció diversos cargos de responsabilidad en el Grupo Bergé, tanto en el área comercial como en el de innovación y desarrollo de negocio.
Aptis, una nueva solución de movilidad urbana
Aptis es un nuevo concepto de autobús eléctrico desarrollado por Alstom e inspirado en el tranvía. Ofrece al pasajero, gracias a su diseño innovador, una experiencia y confort únicos (piso bajo en todo el vehículo, hasta 3 puertas dobles, zona lounge en la parte trasera, ventanas panorámicas, máxima aproximación al bordillo, etc.).
Aptis ha sido diseñado para optimizar el coste total de propiedad, gracias a sus reducidos costes de mantenimiento y explotación, así como a su mayor vida útil. Para las autoridades locales, por lo tanto, tendrá un coste total equivalente al de los autobuses diésel actuales.