La adquisición de Scoot por parte de Bird es una decisión estratégica, no en vano ambas compañías tienen ideas afines. El vehículo compartido, la necesidad de mejorar tráfico y contaminación en las ciudades, el cambio climático…. Bird y Scoot tienen objetivos comunes.
Así, Bird y Scoot acaban de anunciar la adquisición. Travis VanderZanden, fundador y CEO de Bird, ha dicho al respecto:
“Estamos encantados de dar la bienvenida al equipo de Scoot en el ecosistema Bird. Esperamos trabajar pronto con ellos para escalar nuestras misiones que a día de hoy son complementarias: sustituir los viajes en vehículo privado por opciones de micromovilidad accesibles a todo el mundo.
Juntos generaremos un mayor impacto en el día a día de nuestros usuarios y en las ciudades en las que operamos”.
Mientras, Michael Keating, fundador y presidente de Scoot, ha explicado:
“Desde que lanzamos el primer servicio de vehículos eléctricos accesibles mediante un smartphone, hemos perseguido nuestra misión de ofrecer vehículos eléctricos para todos. Hemos demostrado a las ciudades que la movilidad eléctrica compartida es una forma rápida, asequible y divertida de que los ciudadanos lleguen allá donde necesitan”.
Sobre Bird y Scoot
Hablamos hace un tiempo de Bird. Comenzó su actividad con patinetes eléctricos compartidos en 2017 en Estados Unidos. Ahora está presente en muchas ciudades estadounidenses.
Llegó a Madrid en noviembre de 2018 y opera también en Málaga. Se dedica, especialmente al servicio compartido de patinetes eléctricos.
Durante sus dos años de vida, su expansión ha sido considerable. Ahora está presente en ciudades de Austria, Bélgica, Francia, Gran Bretaña, Italia, Israel, Polonia, Portugal y Suiza.
En cuanto a Scoot, también nos referimos a la compañía americana con sede en San Francisco hace ahora un año. Fue a raíz de su desembarco en Barcelona. Entonces llegó a un acuerdo con el fabricante español, Silence, para incorporar sus scooters eléctricos a su negocio de motosharing.
La compañía ofrece, principalmente, scooters y patinetes eléctricos. Además de San Francisco, Scoot opera en Barcelona y Santiago de Chile.
Compartiendo visión
La visión de ambas compañías está dirigida a mejorar la vida en las ciudades, acabar con la congestión de tráfico y con la contaminación. De hecho, sus respectivas páginas así lo indican:
“La misión de Bird es hacer que las ciudades sean más habitables mediante la reducción del uso del automóvil, del tráfico y la congestión”.
“Scoot es compartir: compartir vehículos, compartir datos, compartir espacio. Creemos que el futuro de la movilidad urbana no lo puede dirigir un único operador ni se puede abordar de una única manera, sino que se debe hacer mediante redes de vehículos eléctricos compartidos: redes de metro eléctrico, de autobuses eléctricos, de taxis eléctricos y de vehículos eléctricos ligeros compartidos, como los que propone Scoot”.