Más densidad energética, más velocidad de carga, mayor eficiencia, más durabilidad y más baratas. Las baterías fabricadas con el “material de Dios” ya están aquí y cuando decimos aquí no es solo ahora sino en España.
Puede ser el punto de inflexión de la movilidad eléctrica. El salto adelante que siempre estamos esperando es aumentar la autonomía y disminuir el tiempo de recarga. Dos físicos rusos, Andre Geim y Konstantin Novoselov, galardonados con el Nobel en 2010, descubrieron este material en 2004, tan fino como un átomo y tan resistente como el diamante, flexible y conductor de la electricidad. Martín Martínez, un empresario murciano, decidió invertir todo su capital en una empresa capaz de crearlo.
Graphenano, la primera empresa fabricante de grafeno con sede en Alicante, no tuvo un arranque sencillo. Los científicos e investigadores con los que consultó Martín no tenían claro como llevar a cabo su propuesta hasta que conoció a José Luis Valverde Palomino, Catedrático de Ingeniería Química de la Universidad de Castilla-La Mancha. Él aceptó el reto y en solo ocho meses y con 300.000 euros levantaron un laboratorio en Ciudad Real en el que lograron fabricar el grafeno.
Grapehnano y la Universidad de Córdoba, a través de la empresa Grabat Energy, producirán las primeras baterías de polímero de grafeno y serán enviadas a importantes empresas alemanas, fabricantes de automóviles, este mismo mes, para que las prueben en sus propios coches eléctricos.
José Antonio Martín, vicepresidente de Graphenano, explica sus increíbles cualidades. Este material milagroso es capaz de elevar la densidad energética de las baterías hasta los 600 Wh/kg, dejando muy lejos a las actuales de iones de litio que, en el mejor de los casos, logran 180 Wh/kg. Esta cualidad podría llevarnos a autonomías de hasta 1.000 kilómetros, que acabarían por derribar todas las barreras de los coches eléctricos. Y todo esto con una menor pérdida en los intercambios de energía, por lo que las hace más eficientes.
Y es que todo es mejor en las baterías fabricadas con este material. Además de triplicar la autonomía, duplicarán la durabilidad de las baterías de litio. A esto hay que añadirle que hay una considerable reducción de peso, a la mitad, y se está trabajando en la reducción de volumen, quizás su único inconveniente, para poder aplicarlo incluso a dispositivos electrónicos de pequeño tamaño. Son más baratas de producir. Se habla de reducciones de hasta un 77% sin contar economías de escala que podrían hacerlo caer aún más. Y, para rizar el rizo, serían compatibles no solo con los vehículos ya existentes con una sencilla adaptación, sino también con la infraestructura de recarga.
Mientras que los prototipos de las baterías se han fabricado en Córdoba será durante el primer semestre de 2015 cuando Grabat Energy ponga en marcha la primera planta de celdas de polímero de grafeno en España.
Suena todo tan bien que parece hasta imposible que sea verdad. Pero si lo fuese, (¿por qué no?), esta sería la noticia más importante que hemos publicado y cambiaría de un plumazo todo lo que hasta hoy conocemos en la movilidad eléctrica. En unos años podríamos decir eso de “¿te acuerdas de los primeros coches eléctricos? Sí, aquellos que llevaban baterías de litio”.
Gracias Fernando M. por el enlace
Fuente: actualidad-económica.con y el Mundo
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.