A poco más de dos meses de que comience el nuevo campeonato ABB FIA Fórmula E, en Diriyah (Arabia Saudí), la marca de los cuatro aros ha presentado la nueva generación del Audi e-tron FE05 para el equipo Audi Sport ABT Schaeffler. Con él, Daniel Abt y Lucas di Grassi lucharán por los dos títulos en juego.
Decíamos hace unos meses que las cosas iban a cambiar en la Fórmula E, especialmente porque en esta nueva temporada 2018-19, la quinta, los vehículos tendrán que hacer la carrera completa sin cambiar de monoplaza, lo que significa que la autonomía de los vehículos deberá ser mayor.
La Fórmula E, también lo hemos dicho en otras ocasiones, es un buen laboratorio de innovación y tecnología y lo confirmamos. Con el Audi e-tron FE05, la marca de los cuatro aros se enfrenta a nuevos desafíos técnicos y estratégicos. La verdadera clave está en el sistema de propulsión, formado por el motor, el inversor, la caja de cambios, parte de la suspensión trasera y el software.
95% del sistema de propulsión del Audi e-tron FE05 nuevo
Puesto que el resto del monoplaza es idéntico para todos los equipos, el reto es precisamente, demostrar la capacidad técnica de desarrollo del sistema de propulsión. En la temporada anterior, la victoria por equipos se la llevó el Audi Sport ABT Schaeffler, por lo que el e-tron FE04 fue regularmente el coche más eficiente. Audi asegura que su “sucesor es la evolución de este coche ganador”.
El motor, denominado Audi Schaeffler MGU03, ha sido desarrollado conjuntamente por Audi y su socio tecnológico Schaeffler. El 95% de las partes del sistema de propulsión son nuevas y los ingenieros han conseguido reducir el 10% del peso.
El desarrollo del Audi e-tron FE05 comenzó a mediados de 2017. A finales de julio de 2018, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) homologó el coche. Desde entonces ya no se permiten cambios y solo el software puede ser mejorado. A mediados de octubre tendrá lugar un test colectivo en Valencia (España) y justo después, los vehículos y todo el equipamiento del equipo, serán transportados a Arabia Saudí.
Así son los monoplazas de la quinta temporada
de la Fórmula E, el motor puede producir hasta 250 kW (340 CV) durante la sesión de clasificación. En la carrera, la potencia está limitada a 200 kW (272 CV). Hay nuevas zonas de activación: cuando los pilotos atraviesen un lugar determinado del circuito, dispondrán brevemente de una mayor potencia: 225 kW (306 CV).
Además, los aficionados a la Fórmula E podrán volver a apoyar a su piloto favorito, a través del “FanBoost”, que otorga al piloto un impulso de potencia extra temporal, hasta los 250 kW (340 CV).
Todos los equipos llevan baterías de McLaren idénticas, colocadas entre el asiento del conductor y el sistema de propulsión. Las baterías pesan 374 kilogramos, tiene una capacidad de 52 kWh y pueden recargarse en 45 minutos.
Es nuevo el sistema “Brake-by-Wire”, que permite que los frenos y la transmisión del eje trasero estén desconectados el uno del otro y sean electrónicamente controlados. Por lo tanto, el balance de frenada está siempre distribuido de una forma óptima y la recuperación de energía es aún más eficiente.
Como en la Fórmula 1, el piloto se sienta en un chasis monocasco de fibra de carbono, que cumple los estándares de seguridad de la FIA. También es nuevo –e igual que en la Fórmula 1– el sistema halo, colocado sobre el cockpit, que proporciona una protección adicional para la cabeza de los pilotos.
El peso mínimo del coche de la Fórmula E es de 900 kilogramos (piloto incluido). El vehículo eléctrico acelera de 0 a 100 km/h en 3,1 segundos y alcanza una velocidad máxima de alrededor de 240 km/h.