Aneval, la asociación del rent-a-car, considera las pegatinas de la DGT anacrónicas y poco coherentes, por el uso de plástico. Y, además, la asociación eleva a dos millones de euros anuales el coste que dichas pegatinas suponen para los operadores. Los vehículos están obligados a llevarlas en Madrid Central.
Aneval es la asociación que agrupa a los cinco grandes exponentes del rent a car en España (Avis, Enterprise, Europcar, Hertz y Sixt). Hablábamos de ellos hace poco. Hace un mes, advirtieron del prejuicio que suponía que sus vehículos tuvieran que llevar pegatina en Madrid Central. Calculaban que el coste que iba a suponer unos dos millones de euros anuales.
La asociación, explicaban entonces, está a favor de la iniciativa de la nueva zona cero emisiones Madrid Central. Consideran positivo reducir los niveles de contaminación de las grandes urbes y hacer más fluida la movilidad en el centro.
Sin embargo, añadían que el criterio de filtrado del tráfico de acuerdo a un “distintivo físico” resultaba anacrónico e inoperativo.
Explicaban que tener inmovilizada la flota hasta recibir el distintivo supondría pérdidas a los operadores de rent-a-car. Asimismo, el desembolso económico extra por la compra de las pegatinas. Teniendo en cuenta que los operadores renuevan su flota cada nueve meses, el coste por ambos motivos es muy alto.
A ello añaden que su flota está repartida por el territorio nacional, pero puede operar en Madrid en cualquier momento. Y aunque cumple con las exigencias medioambientales para acceder al centro de la capital, deberán tener preparadas otras 100.000 etiquetas más al año. Así, aunque un vehículo llegue de otra provincia, puede circular por el centro al llegar a la capital.
Un millón de días de parón, según Aneval
En consecuencia, la asociación ha pedido al ayuntamiento que salga de Madrid, que prescinda de las etiquetas en el parabrisas. Solicitan un sistema de control telemático, como ocurre con las tarifas de las zonas del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER).
Consideran que filtrar el tráfico de acuerdo a una etiqueta física resulta anacrónico en un contexto de transformación digital. Asimismo, creen que es poco coherente, ya que la impresión masiva de distintivos de plástico resulta anti-ecológica.
Teniendo en cuenta que disponen de una flota de más de 500.000 vehículos, la espera de una media de dos días para la recepción del distintivo, supone el equivalente a tener su actividad parada un millón de días. Eso implica dejar de ingresar más de un millón de euros. A esta cantidad hay que sumar los costes de impresión y logística para hacer llegar la pegatina hasta cada coche. Esta circunstancia, calculan, representa, como mínimo, otro millón de euros más.
Y es que la flota de rent-a-car es dinámica. Así, puede circular por Madrid en algún momento de su vida y es necesario enviar la pegatina a cada coche. De forma extrañamente curiosa, explican que eso genera el “síndrome de la pegatina perseguidora”. La causa no es otra que la propia circulación de los vehículos. Muchas veces, cuando el mensajero llega con la pegatina, el coche ya no está.
Además, ahora suman un nuevo impedimento por el cambio en el material con el que la Fábrica de Moneda y Timbre (FNMT) produce las pegatinas. El 5% de las mismas resultan ilegibles al retirarles el papel protector que cubre el adhesivo. Eso las hace inservibles después de haber hecho el esfuerzo logístico. Por tanto, más allá de la compra, es necesario repetir de nuevo todo el proceso de distribución.
Según el portavoz de Aneval, Jose Luis Sanz:
“Cuando una decisión como la que toma el Ayuntamiento de Madrid de obligar a llevar un distintivo físico paraliza la actividad económica de un sector que no solo no está cometiendo infracciones en materia ambiental sino que tiene la flota más descontaminante del parque es que algo no funciona bien”.
¿Pegatinas de Madrid Central? Bastante al explicado el tema, las pegatinas son de la DGT, otra cosa es que en Madrid las estén utilizando para multar. Esta noticia confunde bastante
Hola. Gracias por tu comentario. Aunque el título dice que las pegatinas son de Madrid Central, la entrada explica que, aunque de la DGT, son las que obliga el ayuntamiento a llevar para circular por la almendra central de Madrid. Aneval se queja, no tanto de esas pegatinas, sino de que el sistema no se haya digitalizado.
Espero que ahora no sea confuso. Mil gracias, en todo caso, por tu observación.
Se nota que ya llegó el PP. Ahora resulta que lo caro son las pegatinas.
Adiós a Madrid central y al vehículo eléctrico en Madrid.
Sólo van a ganar tiempo para sus amigotes petroleros.