En estos meses, estamos asistiendo a la puesta de largo de los vehículos eléctricos en China, con ventas deslumbrantes y algunos fabricantes utlimando su desembarco en el resto del mundo.
Siendo China el país con mayor penetración de este tipo de vehículos, vamos a empezar a ver su primera gran prueba en el resto de los mercados.
Lo más destacado de la actualidad china en vehículos eléctricos
Por una parte hemos asistido a la entronización de una empresa automovilística china, BYD, como líder del mercado en este sector. De igual manera, ya hemos visto el continuamente pospuesto fin de los subsidios de los vehículos eléctricos, que ha causado ya una bajada en las ventas y está haciendo temblar tanto a los directivos de las principales compañías como a los representantes de la administración, que temen que un cambio de tendencia demasiado brusco pueda poner en peligro el liderazgo chino en esta industria.
Los subsidios a los VE han sido en China, como en la mayoría de los países del mundo, una de las herramientas preferidas por el gobierno para incentivar la compra de estos vehículos. El Gobierno chino empezó a conceder subvenciones a los compradores de VE en 2010 para nivelar la diferencia de precio con los vehículos de combustión y apoyar su comercialización. La subvención, que en un principio iba a cesar a finales de 2020, se prorrogó hasta 2022 debido a la bajada de ventas que se produjo durante la pandemia del COVID y su impacto económico en los fabricantes. Esos estímulos, junto con las políticas de circulación preferentes y las ayudas que han recibido los fabricantes, han contribuido a desarrollar una transición del vehículo de combustión interna al VE que puede convertirse en un modelo para otros países.
Después de todo ello, las miradas están puestas en ver si estas empresas que han crecido enormemente gracias a estos y otros subsidios, son capaces de competir ya libremente con los fabricantes tradicionales. Desgraciadamente, las primeras noticias no han sido muy buenas. Según anunciaba Reuters el pasado 8 de febrero, las ventas de vehículos cayeron durante el mes de enero un 38% debido al fin de los subsidios y las exenciones de impuestos. Y en este ambiente, el Sr. Cui Dongshu, secretario general de la Asociación de Fabricantes de Vehículos de China manifestaba que “las ventas de VE durante este mes no han alcanzado nuestras previsiones.”
¿Qué previsiones hay para el mercado chino?
No hace falta hacer un drama de todo esto. El mes de enero de 2023 ha sido especialmente complejo en este país, con los últimos coletazos (esperemos) del COVID, el Año Nuevo chino, que siempre supone una parada de las actividades en el país, y por supuesto, el fin de los subsidios y exenciones fiscales.
Ahora habrá que ver si este desplome de ventas producido en enero se corrige en los meses venideros. Por si acaso, los gobiernos locales se están preparando para asistir a una transición más ordenada, y en numerosas provincias y ciudades se han anunciado exenciones del 10% en el impuesto de compra, que durarán por lo menos hasta fines del presente año.
Para intentar contrarrestar los efectos del fin de los subsidios, los principales fabricantes chinos de vehículos eléctricos, desde Aion a Nio, se están uniendo a empresas como Xpeng Motors en una guerra de precios en todo el sector desatada por Tesla, ofreciendo generosos incentivos de ventas para impulsar la demanda tras registrar unos pésimos resultados de entregas en enero. Pero algunas de estas compañías llevan varios años de pérdidas millonarias y no está muy claro cuánto tiempo pueden aguantar vendiendo sus productos a menor precio. El mismo 10 de febrero, tras solo unas semanas de bajadas, Tesla volvió a incrementar sus precios, con el enfado que estos continuos vaivenes están causando en los compradores.
Además, según informa China Dialogue, el Gobierno ha reforzado el sistema de créditos para coches ecológicos para los fabricantes. Las empresas que superan determinada proporción de vehículos eléctricos pueden vender los créditos sobrantes, mientras que las que no lo consiguen deben comprar créditos o pagar una multa. E incluso en algunas ciudades y provincias anuncian la posibilidad de medidas más radicales, pues en agosto de 2022, el gobierno de la provincia de Hainan propuso la prohibición total de la venta de coches de combustión para 2030, y algunos analistas piensan que la ciudad de Pekín podría hacer lo mismo.
La Segunda Guerra Fría
Otro peligro para los fabricantes chinos, es que en el marco de la creciente competitividad con Estados Unidos, en lo que algunos analistas ya llaman la Segunda Guerra Fría, sus vehículos queden excluidos de las exenciones de impuestos en otros países, como ya se anunció recientemente que pasaría en Estados Unidos. Y en este caso, el ejemplo de Tesla disfrutando de subsidios en China no serviría, pues Tesla está fabricando en Shanghai.
Desde China, Pedro Ceinos.
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