Durante la celebración del Expoeléctric Fórmula-e en Barcelona pudimos conducir, por primera vez, el primer eléctrico de BMW que tanta expectación creó en la feria y cuya intención es diferenciarse totalmente de todos sus competidores.
Y lo consigue. El BMW i3 puede gustar o no, pero lo que nadie discutirá es que es un coche que no se parece a ninguno de los que hemos probado hasta ahora.
La prueba que realizamos en Expoeléctric fue un recorrido por las calles de Barcelona que nos ha permitido conocerle un poco más. Evidentemente es complicado hacerse una idea de su respuesta dinámica en las calles de una ciudad, pero al menos sí nos permitió observar el coche con detenimiento y sentir la conducción urbana que, en definitiva, va a ser el hábitat en el que más e va a mover.
Sobre el i3 hemos hablado mucho y en muchas ocasiones por lo que no nos detendremos en sus especificaciones técnicas y su precio. Todo lo referente al i3 se puede consultar en los artículos que incluimos al final de este.
El interior y el puesto de conducción
Por fuera ya habíamos desvelado prácticamente todos sus secretos por lo que nos faltaba sentarnos dentro y conducirlo aunque fuese brevemente. Si bien es cierto que los materiales que incorpora el i3 no son lujosos sí que son novedosos y resultan muy acogedores. Nuestra unidad de prueba llevaba el acabado Lodge, con el volante con detalles cromados, asientos de lana y cuero natural, superficies de madera de eucalipto y cuadro de instrumentos revestido en cuero. La sensación en el interior es muy buena y parece más espacioso que mirado desde el exterior. La posición elevada también facilita el acceso. Una vez acostumbrados a cerrar y abrir las puertas en el orden correcto cambiar de conductor y de acompañante no supuso ningún problema. La posición de conducción es algo diferente que en otros coches. Aquí el volante está más vertical y la peculiar instrumentación del i3 se lee perfectamente a través de él. Las dos pantallas informativas son de muy mucha resolución. La que tenemos en frente, de 5,5 pulgadas, nos muestra la velocidad, una barra indicadora del consumo o la regeneración de energía, distancia recorrida, batería restante y autonomía.
En la pantalla central la información es mucha y las configuraciones aun más. Entre otras cosas muestra una gran cantidad de datos de consumo y gráficas. Nuestra unidad marcaba una media de 27 kWh/100 km, bastante alta, aunque hay que considerar que en pruebas es algo normal. Daniel, que nos acompañó durante la prueba, nos mostró las múltiples y variadas posibilidades que ofrece. Cuando probemos el coche con más tiempo las estudiaremos con detenimiento porque en esta prueba, como es lógico, preferimos centrarnos en el manejo del coche. La pantalla central opcionalmente podrá ser de de 8,8 pulgadas, y, aunque la de serie es de 6,5 inicialmente, como oferta de lanzamiento, todos se entregarán con la grande.
En la columna de la dirección se encuentra el botón de arranque y la posición de la marcha (P, R, N y D) con un mando giratorio, que por cada pulsación, cambia una posición y vuelve a su sitio. Todo muy a mano y manejable prácticamente sin tener casi que retirar las manos del volante. Entre los asientos delanteros están los mandos para manejar la pantalla central, el selector del modo de conducción NORMAL, ECO PRO o ECO PRO+ y el freno de mano eléctrico.
One pedal feeling
Esta es, sin duda, la característica que diferencia la conducción del i3 de la de otros eléctricos e incluso de la de cualquier otro coche de combustión. La parte inicial del recorrido de pedal del acelerador no acelera sino que forma parte de la zona de regeneración. En la pantalla que tenemos enfrente podemos ver, mediante un gráfico lo que estamos haciendo en cada momento. Es algo a lo que hay que acostumbrarse. Nuestra sensación es que es fácil hacerse con ello, tanto que permite circular por la ciudad prácticamente sin tocar el freno en ningún momento puesto que levantando del todo el pie el coche se para. Por otro lado sus 170 CV y sus 250 Nm de par inmediatos hacen de él un coche divertido además de permitirle manejarse en el tráfico urbano con facilidad y sacar al conductor de los típicos apuros de de la circulación por ciudad. Personalmente a nosotros nos agradó y mucho el sistema. Hay que aclarar que esto impide que tenga la función de reptado que tienen otros coches que hacen justo lo contrario, se mueven (hacia adelante o hacia atrás) al levantar ligeramente el pie del acelerador. Y se manejan a muy bajas velocidades solo con el pedal del freno.
Por lo demás el coche da sensación de robustez y de aplomo. Por las mojadas calles de Barcelona pudimos comprobar que incluso haciéndole alguna perrería y probando su potencia en las salidas, el coche no se ha desbocado en ningún momento, apoyado por el control de tracción. Ni un mal gesto. A pesar de ser un coche ligero y con las ruedas estrechas (de serie llantas diseño en estrella 155/70 R19. Nuestra unidad llantas diseño en turbina. Delante 155/70 R19. Detrás 175/60R19). Un coche que tiene toda la pinta de ser muy divertido de conducir en carreteras curvadas y que tienen potencia y aplomo suficiente para manejarse en cualquier situación. Acabamos esta toma de contacto con un vídeo grabado durante la prueba:
De los coches que BMWi tenía en Expoeléctric únicamente el del stand contaba con el extensor de autonomía. Los coches de prueba dispuestos para el público eran todos eléctricos puros.
Historial de artículos sobre le BMW i3:
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Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.