Lamborghini trabaja con el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) para desarrollar una tecnología que podría revolucionar el mercado eléctrico. La idea es utilizar condensadores en lugar de baterías para reducir drásticamente los tiempos de carga de los coches eléctricos.
Sorprende que una marca, de momento, poco avanzada en la movilidad eléctrica esté trabajando en una tecnología que podría revolucionar el mercado de los vehículos enchufables. Pero así es.
Lamborghini está probando una tecnología basada en condensadores en lugar de baterías como elementos de almacenamiento de energía. De esta forma están convencidos de que podrán reducir drásticamente los tiempos de carga de los coches eléctricos.
Los condensadores son un elemento de uso habitual en electrónica. Sus usos son variados y el más extendido: como depósito para almacenar energía.
Lamborghini Sián, la primera prueba
En Lamborghini parecen convencidos de que los supercondensadores son la mejor alternativa, al menos para sus futuros deportivos eléctricos de altas prestaciones.
La tecnología ya ha sido probada en el Lamborghini Sián, un modelo híbrido que utiliza supercondensadores en lugar de baterías y, de este modo, consigue hasta tres veces más potencia pero sin sumar el peso extra que suponen las baterías.
Otra ventaja que para el fabricante italiano reportan los supercondensadores es que pueden descargarse mucho más rápido. Esto es bueno porque ofrecen una entrega de potencia más inmediata.
Desde Lamborghini aseguran que el Sián con supercondensadores es hasta un 10% más rápido de lo que sería su utilizase baterías. Su velocidad máxima es de 350 km/h.
Y en un futuro para los eléctricos
Es precisamente esta capacidad de descarga rápida la que hace inviable que, a día de hoy, los supercondensadores sean una opción para los coches eléctricos.
Según publica la web Top10motor esto podría cambiar en un futuro no muy lejano. La clave está en elegir bien los materiales.
Un estudio firmado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts asegura que sustituir los electrodos recubiertos de carbono que utilizan actualmente los supercondensadores por estructuras de metal orgánico (MOF) podría ser una solución.
La clave está en que los MOF son porosos y tienen un área de superficie mucho mayor por lo que pueden almacenar más energía.
Desde el MIT han conseguido modificar los MOF para aumentar su capacidad conductora de electricidad. Si consiguen los resultados esperados, sus investigaciones podrían conducir a un supercondensador con una capacidad de almacenamiento cercana a la de una batería.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe