- El acceso de agua a un coche, tanto eléctrico como térmico, puede afectar tanto a la parte mecánica como al sistema eléctrico.
- La batería de los coches eléctricos está mejor preparada para impedir la entrada de agua, pero eso no significa que no pueda verse afectada.
- Tras los más de 100.000 coches afectados por la DANA, surge una duda: ¿qué habría pasado si todos los coches dañados hubiesen sido eléctricos?
La combinación de agua y vehículos, ya sean coches eléctricos o de combustión, no suele terminar bien. Aunque los coches están diseñados para resistir cierto contacto con el agua, situaciones como inundaciones pueden comprometer gravemente componentes esenciales, desde los sistemas electrónicos hasta el propio motor. El barro y la humedad acumulados en estas situaciones no hacen excepciones.
¿Cubre el seguro de tu coche los daños causados tras una DANA? Todo lo que necesitas saber
La estructura de los vehículos incluye medidas específicas para minimizar la entrada de agua, como juntas y sellos en puertas, ventanas y otras áreas vulnerables. Estas características permiten conducir bajo la lluvia o atravesar charcos moderados sin riesgo significativo para la mecánica ni la electrónica. Sin embargo, el agua sigue siendo un enemigo silencioso. La corrosión en la carrocería es una señal de alerta temprana, pero los daños pueden ser más graves si el agua invade el motor o afecta circuitos esenciales. En estos casos, las reparaciones suelen ser tan complejas como costosas, dejando claro que la prevención es la mejor defensa.
¿Qué ocurre si el agua invade el motor de un coche?
Los automóviles no están diseñados para atravesar ríos ni circular por áreas inundadas donde el nivel del agua supere la parte baja del chasis. Aunque cuentan con sistemas que protegen la parte inferior y otras áreas críticas, el agua es capaz de infiltrarse y causar daños graves, especialmente en el motor y los sistemas eléctricos o electrónicos que lo controlan.
Los expertos destacan que, en términos de seguridad eléctrica, los vehículos eléctricos tienen ciertas ventajas durante fenómenos climáticos extremos. Sus baterías están completamente selladas, lo que reduce el riesgo de cortocircuitos. Además, el mayor peso de estos vehículos en comparación con los de combustión interna les otorga mayor estabilidad frente a corrientes de agua, disminuyendo la probabilidad de ser arrastrados en áreas inundadas, como sucedió durante la reciente DANA en Valencia.
Si el coche se ha visto afectado por una inundación con el motor apagado, es fundamental no intentar encenderlo. La acción más segura es contactar con un servicio de asistencia para trasladarlo a un taller especializado, donde puedan evaluar los daños y realizar las reparaciones necesarias. Priorizar la revisión profesional puede evitar complicaciones mayores y costes adicionales.
¿Cómo daña el agua la electrónica y el sistema eléctrico de tu coche?
El agua, al contener sales minerales y otros compuestos, actúa como un conductor que puede generar cortocircuitos si logra entrar en contacto con cables y conexiones eléctricas. Esto podría afectar componentes esenciales como la Unidad de Control del Motor (ECU), una pieza esencial en el funcionamiento de cualquier vehículo. Aunque los sistemas eléctricos de los coches están protegidos por recubrimientos aislantes, la exposición prolongada al agua o la humedad puede comprometer su eficacia y provocar fallos en el sistema.
En situaciones de inundación, tanto los vehículos eléctricos como los de combustión interna deben enfrentarse a riesgos significativos. Los coches eléctricos, si bien cuentan con avanzados sistemas de sellado que minimizan el peligro de electrocución, no están exentos de problemas. Una exposición prolongada al agua puede ocasionar corrosión en los elementos internos de la red eléctrica, requiriendo inspecciones detalladas y un mantenimiento preventivo para evitar daños mayores.
Por lo tanto, si tu coche ha estado sumergido o ha sufrido la entrada de agua en el motor, es fundamental no intentar encenderlo antes de realizar una revisión completa. Este paso es especialmente crítico en los vehículos más modernos, ya que dependen en gran medida de complejos sistemas electrónicos que son altamente vulnerables a la humedad. La mejor opción siempre será recurrir a un especialista que evalúe y repare los daños para garantizar la seguridad y funcionalidad del vehículo.
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Belén Valdehita es una periodista madrileña con más de 25 años de experiencia. Cursó los estudios de periodismo en el Centro de Estudios Universitarios San Pablo CEU. Actualmente colabora como redactora de contenidos freelance para webs como Hoteles.net, Tiempo.com o movilidadelectrica.com
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