Desde comienzos de año, hemos seguido con preocupación las transformaciones en la factoría de Nissan en Barcelona. Conocimos que Nissan había anunciado un importante cambio, que iba a entrar en vigor en verano. Y además, gracias a la actualización de la batería de la e-NV200, el modelo podía dejar de fabricarse en otras versiones para quedar solamente la eléctrica.
La actualización de la e-NV200 nos parecía un buen síntoma para la factoría de Nissan, pero no parece ser así. El cese de fabricación durante el verano del Pulsar y de la furgoneta Evalia no está siendo compensada con la NV200, ni con la versión eléctrica e-NV200, ni con la pick-up en sus distintas versiones: Navara de Nissan y X Class de la alemana Mercedes-Benz.
Más allá de la e-NV200, la fabricación de la pick-up es una necesidad para la fábrica catalana, pero no se están vendiendo las unidades que se esperaban, 64.000, ya que las últimas previsiones dan una cifra de 55.100.
Lo cierto es que el futuro es complicado, sobre todo porque hay fuentes que aseguran el final de la producción de la NV200 de combustión durante la primera mitad de 2019, quedando exclusivamente el modelo eléctrico. Si las cifras del resto de modelos no mejora, la e-NV200 no será suficiente para ayudar a mantener la actividad de la planta, que descendería del 40%, en el que está actualmente, al 30%.
Plan industrial para la factoría de Nissan
Los sindicatos consideran que la fábrica de Nissan de Barcelona es viable, pero que falta un plan industrial de la multinacional. La competitividad y experiencia de la plantilla, la existencia de un centro de I+D y la ubicación de la fábrica junto a un puerto deberían ser puntos de apoyo importantes para ello. Pero en la actualidad, ese plan industrial no existe.
La adjudicación de otros modelos para la factoría de la Zona Franca no está prevista a día de hoy, ni tampoco a corto plazo. No obstante, se espera que la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi dé buenos resultados, los suficientes como para que haya nuevas oportunidades para las plantas de fabricación.
Asimismo, el Brexit puede ser otro punto a favor, puesto que en la planta de Nissan de Sunderland se fabrica el Leaf, el vehículo eléctrico más vendido. La producción de este último es cuestionable en la fábrica de Barcelona, dada la fuerte competencia entre las diferentes plantas.
Se necesita tiempo
Durante el Salón de París, el máximo responsable de operaciones de la alianza Renault Nissan Mitsubishi en la península, José Vicente de los Mozos, reconocía que en la planta de Barcelona había un problema de actividad.
El directivo aseguraba confiar en el pick-up, por los mercados potenciales de este vehículo. Sin embargo, también comentaba que la planta de Nissan en Barcelona necesitaba una fuerte inversión para ser renovada, algo no contemplado de momento por la multinacional japonesa.
Finalmente, pedía tiempo para solucionar el problema. Esperemos esa solución.