El Ayuntamiento de París ha anunciado que a partir de 2022, solo las motos eléctricas podrán aparcar gratis en la ciudad. Las tarifas serán de dos o tres euros por hora, según el barrio. Al mismo tiempo habrá una tarifa reducida para los residentes, como ocurre con los automóviles.
La capital de Francia se caracteriza por ser de las más activas en la lucha contra las emisiones contaminantes. Su última jugada pasa por imponer el pago de plazas públicas de aparcamiento para las motos, con dos excepciones: que pertenezcan a profesionales de la asistencia domiciliaria (medicina, enfermería, reeducación) y que sean motos eléctricas.
Multas de hasta 75 euros
La medida que el Ayuntamiento parisino podrá en marcha a partir de 2022 obliga a las motos de combustión, con independencia de su cilindrada.
También hablan de un incremento del precio de multas para aquellos que incumplan esta norma. Las sanciones pasarán de los actuales 50 a 75 euros. Al mismo tiempo, el consistorio anuncia que ampliarán el número de plazas disponibles con la creación de 5.000 plazas de aparcamiento para motos.
La idea ya se valoró en Barcelona
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau adelantó hace meses que su equipo valoraba la opción de empezar a cobrar a las motocicletas que quieran estacionar en el centro de la ciudad.
En la ciudad de condal, de momento, la iniciativa es solo un proyecto, pero quizá que París lo ponga en marcha sea el empujón que necesita el Ayuntamiento barcelonés para premiar a los usuarios de motos eléctricas.
En Barcelona, circulan cada día unas 484.000 motos con algo más de 172.000 plazas para estacionarlas legalmente, según datos de 2019. En París, los últimos datos (de 2011 porque allí solo actualizan datos cada 10 años), apuntan que el parque de motos superaba el medio millón.
Barcelona y París se enfrentan así a la misma problemática: donde estacionar tantas motos y que no sea en las aceras de la ciudad.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe