Christina Bu, secretaria general de la Asociación de Vehículos Eléctricos de Noruega reflexiona sobre la situación de Noruega, una excepción o un ejemplo para el resto del mundo en materia de movilidad eléctrica.
En muchas ocasiones hemos hablado de Noruega como el ejemplo de la adopción de la movilidad eléctrica en el mundo. La proporción de coches eléctricos respecto a los de combustión es mucho mayor en el país escandinavo que en cualquier otro lugar del mundo.
Para muchos escépticos su particular combinación de factores es el desencadenante del resultado actual, y puede ser complicado de imitar para otros países.
De media, la mayoría de los noruegos conducen distancias cortas por lo que la autonomía de la primera generación de coches eléctricos ha sido suficiente para cumplir sus necesidades.
Además el gobierno noruego los ha promovido desde hace décadas y de forma agresiva con incentivos económicos, despliegue de infraestructura de recarga y beneficios para su uso, como el aparcamiento y los peajes gratuitos y el acceso a los carriles bus.
En Noruega las organizaciones no gubernamentales tienen una gran influencia sobre el gobierno nacional. Mucho mayor que la que se les permite en otros países. Esta capacidad de trabajo conjunto ha sido muy valiosa para el despliegue de la infraestructura de recarga actual.
Es el caso de la Asociación de Vehículos Eléctricos de Noruega. Christina Bu, su secretaria general está convencida de que la adopción de la movilidad eléctrica llegará al resto de países del mundo alcanzándose los niveles actuales de Noruega, a pesar de no contar con todos estos factores.
El cambio de paradigma: los consumidores demandarán vehículos eléctricos
La industria automovilística está al borde del ‘cambio de paradigma’. Está llegando el momento en el que los coches eléctricos están superando tecnológicamente a los diésel y gasolina. La llegada de la segunda generación, con autonomías de más de 300 kilómetros y a precios competitivos, completará el cambio.
La Asociación de Vehículos Eléctricos de Noruega ha mantenido reuniones periódicas con representantes de los fabricantes de automóviles que operan allí, que están convencidas de que el punto de inflexión está llegando y que la adaptación es imprescindible ‘a riesgo de que les ocurra cojo a Kodak y a su película fotográfica’.
Noruega, una excepción o un ejemplo
Los fabricantes tendrán que sumar a la obligación de cumplir las estrictas normas de emisiones que se impondrán a nivel mundial la demanda de los consumidores, que pronto preferirán las ventajas de esta tecnología frente a los antiguos combustibles fósiles.
Los coches eléctricos superan tecnológicamente a los de combustión y son más económicos
Solventando tecnológicamente el problema de la autonomía y la recarga rápida las razones económicas para la compra de un coche eléctrico se impondrán claramente: bajos costes de mantenimiento, ahorro de combustible, cero emisiones locales.
Estos son los motivos que esgrime Christina Bu para asegurar que Noruega es solo un país adelantado a su tiempo en una entrevista concedida a ECOHZ, una compañía que administra la distribución de la energía renovable.
Noruega sigue avanzando en la adopción de medidas para promover la movilidad eléctrica con su intención de prohibir las ventas de vehículos de combustión interna en 2025.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.