Un nuevo estudio de Bloomberg concluye que en 2025 los coches eléctricos serán más baratos que los de combustión. Gracias al descenso del precio de las baterías mejorará de la tecnología y se eliminarán las barreras actuales de la movilidad eléctrica.
Varios son ya los estudios que predicen que el descenso de los precios de las baterías, gracias a la economía de escala y a los avances en la investigación y en los procedimientos de fabricación. El efecto de esta bajada de costes repercutirá directamente sobre el precio total de los coches eléctricos.
Por otro lado en las encuestas e informes sobre la percepción del estado de desarrollo de la tecnología por parte de los futuros compradores vemos que los prejuicios sobre esta tecnología son siempre los mismos y que hay una importante falta de información: la escasa autonomía, los escasos puntos de carga y los altos precios de compra están siempre a la cabeza de las razones por las que muchos usuarios no se deciden a apostar por esta tecnología.
Un nuevo estudio, esta vez de Bloomberg New Energy Finance, concluye que en 2025 el precio de los coches eléctricos estará por debajo del de los de combustión. El factor más importante para esta caída de precios es el coste de las baterías que supone el elemento mecánico más influyente en el precio final del coche. Del estudio se deduce que para 2030 el precio de las baterías puede haber disminuido en un 77% respecto a los actuales. A este descenso de los precios contribuirá, aunque en menor medida, la mecánica más sencilla de un coche eléctrico respecto a uno de combustión. Sus partes móviles y los desgastes que sufren mínimos, por lo que su fabricación es mucho más sencilla y económica. En este caso el aumento de la producción y la economía de escala favorecerán todavía más el abaratamiento de esta tecnología.
Los tres prejuicios sobre la movilidad eléctrica, autonomía, puntos de recarga y precio, desaparecerán a la vez
En el estudio se ha tenido en cuenta solo el precio inicial de compra, no el precio total del vehículo durante su vida útil. Si se le añade el ahorro en combustible y mantenimiento la diferencia a favor de los coches eléctricos es todavía mayor.
La caída del precio de las baterías repercutirá también en una mejora de su tecnología y en el aumento de las autonomías de los coches eléctricos. Algo que vamos a ver ya este año y el que viene en los nuevos modelos que llegarán al mercado. La posibilidad de que realicen desplazamientos largos da paso al negocio de las recargas rápidas en las carreteras, que también puede incluirse como un servicio añadido a la hora de la compra, lo que influirá en su despliegue. De esta forma los tres prejuicios que antes mencionábamos por parte de los compradores que actualmente hay sobre los coches eléctricos desaparecerán a la vez.
Queda por ver si la adopción de la movilidad eléctrica sigue una tendencia gradual o, en algún momento, se producirá una explosión en sus ventas, como predicen otros estudios. Mientras la curva de las ventas de coches eléctricos crece, la de los de combustión descenderá, no solo por la competencia de la nueva tecnología sino por las regulaciones de emisiones de partículas, cada vez más exigentes.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.