Desde que Luca de Meo llegó a Renault, está poniendo la casa patas arriba. En aquel momento, Alpine era poco más que un verso suelto de Renault con un único modelo de nicho, el Alpine A110, que sigue siendo el único modelo de la marca a la espera de tener coches eléctricos. Al menos, le queda el consuelo de ser el quinto más vendido de su -encogido- segmento en Europa, y que las ediciones especiales se han agotado en minutos.
Pero el futuro de Alpine no pasa por tirar del recurso de las ediciones especiales eternamente, más bien es una forma de aguantar hasta que empiece a llegar nuevo producto, la mayoría 100% eléctrico, pero también están abriendo su abanico a los motores de combustión interna movidos a hidrógeno. Este camino está bastante poco explorado por la industria, aparte de Toyota.
De momento, Alpine busca alcanzar unos ingresos de 2.000 millones de euros y el equilibrio financiero en 2026, sinónimo de que Alpine pierde dinero vendiendo el A110 aunque es un modelo con seis años. El objetivo de facturación en 2030 es de 8.000 millones de euros, de los cuales, 1.000 millones dependerán de que Alpine consiga implantarse en China, donde sería una marca de nicho también -no es un país muy amistoso con los coches importados, menos aún a gasolina-.
Hasta la fecha, si solo tenemos en cuenta su tecnología “a la vista” y no la de competición-, Alpine solo tiene al A110 E-ternité, un prototipo eléctrico en la plataforma de un coche de combustión con unas pegas insalvables para venderlo hoy día: pesado, sin maletero, y con poca autonomía (y sería carísimo, por otra parte). De ahí que Alpine necesite plataformas 100% eléctricas, y a ser posible compartidas con Renault.
El A110 de gasolina aguantará hasta 2026, pero ya tenemos una idea de lo que va a venir. En 2024 conoceremos al Alpine A290, un subcompacto deportivo y eléctrico que compartirá numerosos elementos con el nuevo Renault 5. Al año siguiente le acompañará el Alpine GT, un crossover eléctrico compacto. Sí, a Alpine no le queda más remedio que apuntarse a la moda resistente de los crossover si quiere vender más.
El sustituto del Alpine A110 se espera para 2026, también será eléctrico, y más adelante el Alpine A310 combinará una carrocería coupé con cuatro asientos y la Alpine Performance Platform. Dicha plataforma combinará el saber hacer de Lotus haciendo coches deportivos con nuevas tecnologías como la inteligencia artificial.
Por otro lado, Alpine también tendrá un par de SUV eléctricos, uno medio y otro grande, que estarán en el periodo comprendido entre 2027 y 2030, hasta llegar a una gama de siete modelos. En dicha gama no faltará un modelo descapotable. Hoy día, todos los descapotables eléctricos a la venta son utilitarios, pero no coches de propósito específico.
Resumiendo, desde 2026, Alpine será una marca de cero emisiones netas de producto, y desde 2030, de cero emisiones netas en cuanto a su producción.