Nos ponemos al volante del Ford Explorer PHEV, un coche que hace dudar de su sentido por sus enormes dimensiones en un momento en que prima la eficiencia por encima del tamaño. Con mecánica híbrida enchufable tiene acceso sin limitaciones en el centro de las ciudades pero, ¿tiene sentido?
El Explorer es uno de los modelos estrella de la marca de óvalo en países como Estados Unidos, Canadá o Corea del Sur.
De un tiempo a esta parte, el modelo ha sido objeto de mejoras para acercar tanto su estética como su filosofía al mercado europeo donde los SUV compactos superan en ventas a los de mayor tamaño. Y donde, además, las normas de contaminación son mucho más estrictas.
Es esta la razón que explica que Ford haya decidido electrificar el Explorer creando una versión híbrida enchufable.
Más de 450 CV y 230 km/h de velocidad máxima
El Ford Explorer PHEV combina el poderoso motor 3.0 V6 Ecoboost con un propulsor eléctrico. La combinación de ambos da lugar a un conjunto mecánico de 457 CV y 825 Nm de par máximo. Está asociado a la tracción total AWD y a una caja de cambios automática con 10 velocidades.
A simple vista conquista por su diseño rotundo pero armonioso; esto último, en parte, por las amplias superficies acristaladas. Los ojos se van a la parrilla con los faros Full LED de gran tamaño a ambos lados y una segunda entrada de aire
Nuestra unidad de pruebas tenía el acabado Platinum con detalles de alta calidad como la tapicería de cuero y las llantas de 20 pulgadas.
Un coche, tres usos que sí y uno que no
Con algo más de cinco metros de largo, tercera fila de asientos para transportar a siete pasajeros y tracción total AWD a este híbrido enchufable le encontramos tres usos perfectos y uno para el que no está concebido.
Viajes largos con mucho equipaje
Todos los ocupantes, por altos que sean, viajarán en primera clase con espacio más que suficiente para la cabeza y las piernas. Las plazas delanteras ofrecen varios tipos de masaje, ajustes eléctricos, memoria, ajuste lumbar, calefacción y ventilación. Las plazas traseras también son calefactadas.
Con cinco plazas, la capacidad de maletero del Ford Explorer PHEV es de 635 litros. Con solo una fila de asientos tenemos hasta 2.274 litros. Bajo el piso hay un doble fondo amplio, pero no hueco para la bandeja cubreequipaje.
La suspensión del Explorer, por su parte, se traga los kilómetros sin que los viajeros se den cuenta, con lo que hacer viajes largos por carretera con este coche es un auténtico placer.
Desplazamientos para familias (muy) numerosas
Mención aparte merece la tercera fila de asientos con dos plazas extra que son casi tan cómodas como las del medio.
Para nota es el sistema que pliega y despliega las dos últimas banquetas con solo tocar un botón: el botón derecho, para el asiento del lado derecho; el botón izquierdo, para la banqueta de ese lado; y, un tercer botón que acciona los dos asientos a la vez. ¡Magia!
El Explorer es uno de los coches eléctricos con siete plazas que más comodidades ofrecen a los ocupantes de la tercera fila de asientos, con salidas de ventilación, posavasos, reposabrazos e iluminación.
Con las siete plazas, el maletero cubica 240 litros.
Experiencias fuera del asfalto
Y si en viajes largos es cómodo, el calificativo para este híbrido enchufable cuando sale del asfalto es “divertido”.
Con sus más de 450 CV ascender cualquier pendiente es más que sencillo; aunque la altura al suelo es menor de la que se espera de un todoterreno los límites los ponen (como sucede en ciudad) su talla no siendo posible afrontar ciertos caminos si son demasiado estrechos.
Trayectos urbanos
Dejamos lo malo para el final. Aunque al volante del Ford Explorer PHEV nos ha sorprendido la agilidad con la que se mueven sus casi 2.500 kilos; que mida más de cinco metros de largo y dos metros de ancho no es lo que se busca en un coche perfecto para la ciudad.
Insisto, hasta que no lo pruebas cuesta creer su excelente maniobrabilidad, pero es que aunque su etiqueta Cero Emisiones (homologa 42 km de autonomía en modo eléctrico pero en nuestra prueba no hemos superado los 35 km), le permite acceder sin limitaciones a las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) encontrar espacio para aparcar es tarea complicada.
Dicho de otro modo, no es que el Explorer PHEV no dé la talla para moverse por ciudad; es que se pasa de talla…
↑ Lo mejor del Ford Explorer PHEV
La calidad de sus acabados y el confort de marcha. También su consumo, sorprendente para un modelo de estas dimensiones y a lo que contribuye una muy eficiente tecnología de recuperación de energía en la frenada.
↓ Lo peor del Ford Explorer PHEV
El tamaño que obliga a descartar su uso en zonas urbanas donde la plazas de aparcamiento son ajustadas.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe