En los últimos meses hemos visto varias olas inflacionarias, debido a todo lo que ocurrió tras la pandemia de COVID. La receta clásica para combatir el alza de los precios por parte de los bancos centrales ha sido la misma: elevar los tipos de interés. Eso significa que la financiación de bienes o servicios (pedir dinero prestado) es más cara, y Tesla tiene un problema con eso.
Tesla lleva meses aplicando rebajas a sus coches para mantener el ritmo de producción de sus fábricas a tope, uno de los secretos de su rentabilidad. Sí, las rebajas han sido una buena idea, porque Tesla ha comido cuota de mercado a competidores que no tenían tanto margen para ajustar precios, además, las materias primas han caído desde sus niveles máximos.
Sin embargo, eso no ha sido suficiente para aquellos que sí, quieren un coche eléctrico, pero no pueden gastar tanto dinero de golpe, y tienen un acceso complicado a la financiación. Y Tesla ha seguido la tónica de los fabricantes en los últimos años, vender sus coches a crédito. ¿No puede gastar usted tanto cada mes? No hay problema, se lo financiamos todo lo que haga falta. Algo que se puede hacer con la inestimable colaboración de entidades financieras con bajos intereses pactados.
Financiación de Tesla hasta a 10 años
Si entramos en el configurador americano, vemos que podemos encargar un Tesla Model 3 mediante pago al contado (cash), compra financiada (leasing) o préstamo lineal (loan). En esta última modalidad, los pagos se pueden aplazar a 84 meses, o lo que es lo mismo, 7 años, incluso sin dar entrada. Que se conceda el préstamo o no depende de la situación fiscal de cada uno, que conste.
Pero si nos vamos al configurador español, vemos que podemos solicitar un préstamo lineal no solo a 84 meses, también a 96 meses (9 años) y 120 meses (10 años). Sí, también podemos pedir ese préstamo sin entrada. De esta forma, el Tesla Model 3 básico quedaría financiado en cuotas de 402 euros al mes. A lo largo de 10 años, pagaríamos 48.240 euros, o un coste financiero de 8.480 euros más el precio del coche. Estos intereses ventajosos forman parte de una promoción de duración limitada, aunque los préstamos a 10 años no sean una novedad en la marca.
Si bien esto es muy cómodo para el consumidor, y hace que la movilidad eléctrica sea más accesible, tiene una fisura: la morosidad. Eso funciona hasta que un número suficiente de clientes deja de pagar sus créditos. Esto, en EEUU, ha pasado y más de una vez, y se han acumulado miles de coches devueltos por deudores insolventes. El riesgo para Tesla está amortiguado por las entidades financieras, pero resulta significativo que tenga que conceder préstamos a largo plazo para poder vender más.
Si tiramos de antecedentes históricos, Citroën se hinchó a vender coches antes de la Gran Depresión, hasta que se combinaron dos grandes problemas: se gastó mucho dinero en desarrollar el Traction Avant, y sufrió una gran morosidad cuando sus clientes dejaron de pagar la financiación de sus coches. La empresa se declaró en bancarrota en 1934 y tuvo que rescatarla Michelin.
De ahí que Tesla entre en un terreno peligroso con esta estrategia de financiación, aunque tenga ahora mismo una contabilidad especialmente saneada, ¿no hay otras formas de estimular la demanda?
Fe de errores: En la publicación original, el artículo asumía la tesis de que el propio fabricante es el que concede los préstamos.
Estamos mal? Por que no comentamos aquí los abusivos intereses de las financieras del resto de marcas ? Ganan por 3 partes , con la compra , la financiación y te tienen atado a revisiones periódicas que hay que pagar para cumplir con la garantía, con Tesla esto no. Nunca compré un coche al contado , siempre financiado por la misma marca pero a qué intereses ? El 11% me pedían en MG a finales de año , al menos Tesla tiene ofertas desde un 4% que puedes devolver o amortizar sin penalización a partir de los dos años.
Pues porque es un tema diferente. Que Tesla ofrezca financiación a un interés bajo y a 10 años no es un problema, al menos para el cliente, el problema es que se dependa de esa financiación para vender coches y que una ola de impactos negativos produzcan morosidad. Incluso la gestión de los coches devueltos supone un problema.