En cualquier coche eléctrico los motores son gestionados por un sistema electrónico, que gobierna los distintos elementos que componen la cadena cinemática. En otras palabras, gestionan motores, inversor, gestión de las baterías, etc. Aunque en última instancia es el conductor el que tiene el control, todo pasa por centralitas. ¿Se puede conducir con un solo pedal? Sí, con el sistema One-pedal.
El pedal del freno no solo controla el sistema de deceleración convencional a base de discos y/o tambores -esto depende del modelo-, también los motores eléctricos. Cuando se pisa levemente el pedal, el sistema de freno convencional no hace nada, pero manda señales a los motores para aumentar la retención, y por tanto la recuperación de energía.
Por su parte, el pedal del acelerador, según se haya programado, puede mandar al motor más o menos esfuerzo, incluso ninguno. Jugando con estas dos cosas, se puede simplificar la conducción al máximo, empleando únicamente el acelerador para controlar la frenada regenerativa y la aceleración. El pedal del freno se reserva para frenadas fuertes y evitar accidentes de circulación.
¿Qué ventajas aporta el sistema One-pedal?
En primer lugar, aporta simplicidad. Sin necesidad de cambiar el pie derecho de sitio, el conductor controla la aceleración y deceleración. Cuando se suelta el pedal, el coche decelera. Cuando se pisa un poco, decelera menos. Pisándodlo un poco más, ni decelera ni acelera. Pasado ese punto, es cuando se demanda aceleración.
El mismo pie controla todo esto. La deceleración al soltar el pedal puede ser tan intensa como para que el sistema de frenado convencional no haga nada, dentro de condiciones de circulación normales. Una de las ventajas del sistema es que maximiza la vida útil de los frenos convencionales y favorece la mayor recuperación de energía.
Por otra parte, el sistema One-pedal premia la conducción eficiente, por lo que el conductor estará más preocupado por reducir el consumo, y, con el tiempo, contribuye a una conducción más pacífica, más tranquila, y más agradable. Según el coche, se puede controlar a veces el grado de retención incluso conduciendo con un solo pedal.
¿Tiene desventajas?
Obviamente. Dado que soltar el pedal del acelerador implica perder velocidad, el esfuerzo sobre el pie, según las condiciones de circulación, puede ser más intenso. Por ejemplo, no tiene tanto sentido emplear este sistema en autovía que en circulación lenta e intensa. En estas últimas condiciones es más cómodo, mientras que a alta velocidad no, salvo que se use el control de crucero.
Por otro lado, hay situaciones en las que puede ser contraproducente, ya que hay veces en las que es mejor mantener la inercia (aceleración 0) que abusar de la regeneración de energía. Toda transformación de energía implica pérdidas, por lo que, aunque suene contraintuitivo, un exceso de regeneración puede implicar mayor consumo, si luego toca acelerar más.