Hasta ahora hemos ido viendo las incursiones de distintas marcas en el desarrollo de vehículos eléctricos en ocasiones puntuales, como las Guerras Mundiales. Sin embargo, muchas veces queda fuera de nuestra información lo ocurrido en el último medio siglo, como pasa con Opel, que lleva desarrollando vehículos eléctricos desde hace 50 años.
Hace poco hacíamos una breve semblanza de la evolución de Opel hasta llegar a la electrificación actual mediante un trepidante vídeo de la propia marca. Pero nos fuimos muy atrás en el tiempo. Y es que olvidamos muchas veces que durante los últimos 50 años el desarrollo automotriz ha vivido momentos muy importantes.
Cuando se profundiza en el último medio siglo, una de las marcas que sobresale es Opel. Así que vamos a hacer una pequeña incursión en la historia de cómo ha desarrollado vehículos eléctricos desde hace 50 años.
Vehículos eléctricos desde hace 50 años
Empezamos remontándonos a 1968. Entonces, el Opel Kadett B Stir-Lec 1 incorporaba el principio de “extendedor de la autonomía” que años después fue introducido en el Opel Ampera. El Stir-Lec estaba propulsado por 14 baterías de ácido de plomo. La electricidad que mantenía las baterías constantemente cargadas era generada por un motor de combustión Stirling.
En 1971, Georg von Opel, nieto del fundador de la compañía, batió seis récords mundiales de vehículos eléctricos al volante de un Opel Elektro GT. El coche alcanzaba los 188 km/h, impulsado por dos motores eléctricos acoplados, con 120 CV/88 kW. La energía procedía de un paquete de baterías de níquel-cadmio. A una velocidad constante de 100 km/h, el coche tenía una autonomía de 44 kilómetros.
La década de los 90
La investigación avanzó con el programa Opel Impuls en el periodo 1990-97. El Impuls I era un vehículo basado en el Kadett. Propulsado por un motor eléctrico de corriente continua de 16 kW, utilizaba elementos de batería de níquel-cadmio con un electrolito líquido. Tenía una autonomía de aproximadamente 80 km y alcanzaba una velocidad máxima de 100 km/h.
Un año después le siguió el Impuls II, basado en un Astra. Utilizaba 32 baterías de plomo-ácido para impulsar dos motores asíncronos trifásicos que generaban 61 CV/ 45 kW.
Entre 1993 y 1997, la marca probó una flota de diez coches Impuls III en la isla alemana de Rügen, que recorrieron más de 300.000 km. Cinco vehículos estaban equipados con baterías de níquel-camio (61 CV/45 kW); los otros cinco utilizaron baterías de alta energía de sodio/cloruro de níquel (57 CV/42 kW). Todos incorporaban un motor asíncrono trifásico.
En 1992 dieron a conocer el Opel Twin. Llevaba un motor de gasolina de 0.8 litros, de tres cilindros, con una potencia de 34 CV. Y, además, una unidad eléctrica de dos motores de cubo de rueda de 14 CV para utilizar en ciudad o en distancias cortas. El conductor ocupaba el asiento central delantero y llevaba tres asientos más en la parte trasera.
Y en cuanto a vehículos comerciales, en 1995 incorporó la electricidad al furgón concept Combo Plus. Estaba equipado con dos baterías de alta energía de sodio/cloruro de níquel, en combinación con un motor asíncrono trifásico de 45 kW.
Hidrógeno
A partir del año 2000, Opel también investigó el hidrógeno y lo materializó en los HydroGen. El HydroGen 1 estaba basado en el Zafira. Su pila de combustible de hidrógeno suministraba electricidad a un motor asíncrono trifásico que entregaba 75 CV/55 kW y un par máximo de 251 Nm.
En 2001 se probó el HydroGen 3. Su potencia era de 82 CV y alcanzaba 160 km/h. Al volante de un HydroGen3, el piloto de Fórmula 1 y del DTM con Opel, Heinz-Harald Frentzen, ganó el Rally de Montecarlo de 2005, en la modalidad de coches con propulsión alternativa.
En 2008 ya estaba listo en HydroGen 4, con 100 CV. El proyecto, patrocinado por el Ministerio Federal de Transporte de Berlín, empezó a hacer pruebas por diferentes estados alemanes.
Opel Ampera
En 2007, Opel presentó el concept Flextreme en el Salón de Frankfurt. Contaba con propulsión eléctrica con un sistema Voltec de extensión de la autonomía. Después, en 2010, se presentó el concept Flextreme GT/E en el Salón de Ginebra.
La propulsión eléctrica equipada con dispositivo para extender la autonomía llegó a la producción en serie en 2011 con el Opel Ampera. Fue “Coche del Año 2012”.La energía para distancias entre 40 y 80 kilómetros (dependiendo de las condiciones de conducción) la suministraba una batería de ión-litio de 16 kWh, que alimentaba un motor eléctrico de 150 CV/111 kW. Al bajar el nivel de la batería arrancaba el motor de gasolina de 86 CV/63 kW e impulsaba un generador para alimentar el motor eléctrico.
El Opel Ampera-e hizo su aparición en 2016/2017. Con una autonomía eléctrica de 423 kilómetros según (WLTP), debutó en el Salón de París. La potencia del motor eléctrico es de 204CV/150 kW con un par de 360 Nm. El coche compacto acelera de 0 a 50 km/h en 3,2 segundos. Excelentes cifras que le permitieron conseguir diferentes premios en esos años.
Ahora, la electrificación exhaustiva de los modelos Opel está despegando con el nuevo Corsa-e y el Grandland X PHEV. La marca indica que el Opel Ampera-e estará disponible hasta el próximo año. ¡Quizás nos reserva otra sorpresa! Lo cierto es que ésta es una gran historia, ¿a qué sí?