IRENA espera que la cantidad de coches eléctricos aumente a nivel mundial a 360 millones para fines de 2023 y a 2100 millones para 2050. Sin embargo, advierte que para un escenario de aumento de la temperatura media del planeta de 1,5ºC, la infraestructura de carga requeriría una inversión acumulada de 9 billones de dólares hasta mitad de siglo.
La Agencia Internacional de Energía Renovables llama la atención de que a pesar del impulso de la transición energética con medidas de prohibición planificadas de ventas de nuevos vehículos que funcionan con combustibles fósiles en muchos países todavía hay “barreras importantes”.
“Baterías sobre ruedas”
A su juicio, el mayor limitador del proceso es la tecnología de baterías. “Movilizar tal cantidad de recursos requiere la adopción del enfoque de innovación sistémica que involucra a todos los actores a lo largo de la cadena de valor de los vehículos eléctricos, incluida la tecnología y la infraestructura, el diseño del mercado, la planificación del sistema y los modelos comerciales”, asevera.
Insiste en que es clave convertir esas “baterías sobre ruedas” en sistemas de almacenamiento de energía. De esta manera, se facilitaría que más electricidad procedente de fuentes eólica y solar fotovoltaica se integre en las redes eléctricas.
“Esta innovación abre un poderoso círculo virtuoso, donde se puede integrar más electricidad renovable en las redes eléctricas mientras se utiliza esa electricidad limpia para alimentar los vehículos eléctricos, un escenario realmente beneficioso para todos”, subraya.
Carga inteligente
En este sentido, identifica como fundamental la provisión del sistema a través de estrategias de carga inteligente de vehículos eléctricos que faciliten su crecimiento y proporcionen flexibilidad al sistema.
Inteligencia Artificial para hacer del vehículo eléctrico un negocio rentable
Pone como ejemplo a la Comisión de Servicios Públicos de California, en Estados Unidos, que ha diseñado nuevas reglas que permitan un despliegue más rápido de los recursos de energía distribuida, incluyendo baterías solares y detrás del medidor, y carga V2G bidireccional con un código de red V2G.
Dilemas y desafíos
Los esfuerzos de investigación actuales se dirigen a mejorar el rendimiento y el envejecimiento de las baterías, entre otros. Pero para IRENA no es el único desafío. Está también el reto de los materiales críticos.
“La extracción y eliminación inadecuada de estos materiales puede conllevar importantes peligros para el medio ambiente y la salud. Actualmente, no todos los minerales se reciclan debido a vías tecnológicas e incentivos económicos”, advierte.
El reciclaje de baterías, clave para disminuir la demanda de minerales críticos
A su juicio, es necesario ampliar los programas de reciclaje y que investigación, legislación y regulación vayan de la mano.
La innovación en el reciclado de baterías hace que los índices de recuperación del níquel y el cobalto ronden el 95% en las plantas de reciclado, según sus datos, mientras que el del litio, el manganeso y el grafito (con impurezas) ha alcanzado alrededor del 95% (99% en pruebas de laboratorio).
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