Steve Nash, director ejecutivo del Instituto de la Industria del Motor (IMI) británico ha instado al sector automotriz del país a prestar mayor atención a la capacitación nacional en vehículos eléctricos, independientemente de un posible movimiento de la prohibición de 2030 sobre la venta de nuevos vehículos.
Y es que el Gobierno insiste en llevar adelante su anuncio de prohibir la venta de vehículos nuevos de gasolina y diésel a finales de la década.
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Al respecto, y según recoge el canal de noticias británico GBN, Jim Saker, presidente del Instituto de la Industria del Motor (IMI), ha sugerido que el auge de los vehículos eléctricos en China podría generar “importantes problemas de seguridad”.
En este sentido ha advertido, según las mismas fuentes, que algunos de estos vehículos fabricados en China podrían controlarse de forma remota y “paralizar” el país.
Cadena de suministro en el Reino Unido
Por su parte, Steve Nash ha apuntado que “el gobierno tiene un trabajo difícil que hacer para equilibrar la capacidad del Reino Unido para estar listo para la fecha límite de 2030 con las amenazas ambientales difíciles de ignorar”.
“La falta de una estrategia sólida hasta la fecha para el control de la cadena de suministro en el Reino Unido ciertamente plantea dudas sobre las vulnerabilidades que esto podría crear para nuestra economía e infraestructura”, ha añadido.
A su juicio, “si el gobierno reconoce su error de cálculo y adelanta el plazo, es absolutamente crucial que esto no se vea como un ‘pase libre’ para retrasar la inversión en infraestructura y capacitación”.
Falta de fuerza laboral
Los datos que revela esta organización apuntan a que el país está por detrás de la trayectoria necesaria para tener una fuerza laboral del mercado de accesorios automotriz lista para el vehículo eléctrico.
El número de técnicos de vehículos eléctricos recién calificados en los primeros tres meses de este año es en realidad un 10% más bajo que el mismo período en 2022.
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De hecho, El IMI predice que para 2030 el Reino Unido requerirá 107.000 técnicos calificados de IMI TechSafe para satisfacer las demandas cambiantes del creciente parque de vehículos eléctricos.
Esta cifra asciende a 139.000 para 2032, y sus proyecciones indican un posible déficit de 25.000 técnicos si persisten las tendencias actuales.
“Cualquier cambio en la estrategia del gobierno sobre la fecha límite de 2030 no debe, por lo tanto, significar que la inversión en capacitación puede detenerse”, concluye.
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