Londres puede presumir de tener una calle donde todas las farolas son un punto de carga para coches eléctricos. La han rebautizado como Electric Avenue W9. Está en el barrio de Westminster.
Electric Avenue W9 es la primera calle del mundo donde cada farola es un punto de carga para coches eléctricos. Es también el resultado del trabajo conjunto de Siemens y la start up especializada en procesos de carga Urbitricy.
En Electric Avenue todos los usuarios de coches eléctricos pueden cargar las baterías en un total de 24 postes de luz y a través de un cable de carga integrado.
La primera calle del mundo con cargadores en las farolas
Hasta hace unos, Electric Avenue era Sutherland Avenue, una calle de un kilómetro de longitud de un barrio residencial, bordeada por decenas de casas. Es una de las avenidas más céntricas del barrio de Westminster, el más concurrido de Reino Unido.
Siemens y Urbitricy han instalado un total de 24 cargadores en otras tantas farolas. Ambas compañías las definen como farolas “resistentes al vandalismo”.
Los puntos de carga en las farolas cuentan con un cable de carga inteligente integrado (el llamado SmartCable, que se puede instalar incluso en bolardos), combina la tecnología para proporcionar lecturas de electricidad medidas según kWh y facturación mensual exacta para todas las cargas a través de redes locales.
Los conductores también pueden usar cables de carga estándar utilizando la aplicación móvil a través de un código QR en cada poste de luz. Un solución idónea para aquellos residentes que no cuentan con garaje propio en el que poder instalar un punto de recarga.
Otros barrios de Londres con farolas electrificadas
Westminster tiene la primera calle con todas su farolas convertidas en puntos de carga, pero no es el primer barrio de Londres que prueba esta solución.
El municipio de Houslow, en Londres, lleva semanas probando una solución para facilitar la recarga vinculada a aquellos ciudadanos que no disponen de un garaje en el que instalar su propio cargador: las farolas de alumbrado público. Ubicado al al oeste de la capital británica, cuenta con un censo de más de 200.000 habitantes.
En este caso, la empresa que gestiona el servicio se encarga de entregar al propietario que solicite este servicio, que debe ser residente en este municipio, un cable especial que incorpora un contador eléctrico y un sistema que gestiona el propietario del vehículo eléctrico. El cable queda asegurado en sus dos extremos para evitar que se pueda ser desconectado por cualquiera. Mensualmente el usuario recibe la factura en la que se reflejan todas sus recargas que paga mediante tarjeta de crédito.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe