Cuán sabios eran nuestros abuelos, siempre bombardeándonos con frases lapidarias, tales como la que titula este texto, que resumían de forma espléndida verdades irrefutables.
Ahora bien, una cosa es escucharlas, y hasta entenderlas, y otra, ¡ay!, es aplicarlas. Y es que nuestro querido sector del automóvil, una de las, históricamente, más exitosas industrias de nuestro país, está asomándose peligrosamente al precipicio.
Me explico: a pesar de todos los problemas generados por las consecuencias de la pandemia, empezando por la crisis de los semiconductores y los graves problemas logísticos que afectan al comercio mundial, los grandes datos de nuestra industria de automoción en 2022 han sido, cuanto menos, esperanzadores.
La situación del sector del automóvil en España
España continúa siendo el 2º productor europeo de automóviles, solamente superado por el gigante alemán, con más de 2.200.000 unidades, creciendo casi un 6% con respecto a 2021. De las cuales 270.000, un 12%, corresponden ya a vehículos 100% eléctricos o híbridos enchufables, cifra aún modesta, pero nada desdeñable. Las exportaciones, por su parte (1.881.000 unidades), también presentan un crecimiento (3,3%) frente al año anterior.
Todo apunta, pues, a una recuperación industrial del sector del automóvil, vital en la generación de riqueza y empleo, y, además, en la dirección correcta, la de la electrificación que nos conduce a la movilidad sostenible. Visto así, todo correcto.
Los riesgos que se presentan
Ahora bien, desde el ANFAC, la asociación de fabricantes de automóviles, se está alzando la voz, alto y claro, tanto a través de las declaraciones de su presidente, Wayne Griffiths, como mediante las de su director general, José López-Tafall, alertando de los graves riesgos que acechan si el sector del automóvil “se duerme”, como el camarón del refrán.
Con muy buen criterio, a mi juicio, ANFAC afirma que los riesgos se presentan esencialmente por el lado de la demanda, y no de la oferta, ya que los fabricantes, a pesar de tener sus centros de decisión fuera de nuestro país en todos los casos (SEAT realmente pertenece al Grupo VW, como es bien de todos conocido), han sabido enebrar poco a poco en sus factorías españolas gamas y modelos electrificados hasta niveles razonables hasta la fecha, como comentábamos anteriormente.
Por el lado de la demanda nos encontramos con un dato demoledor del mercado español: las ventas en 2022 de vehículos 100% eléctricos e híbridos enchufables, alcanzan tan solo el 9,6% del mix total, sin siquiera llegar a sobrepasar la barrera del 10%.
Este dato podría parecer bueno a bote pronto, pero no se sostiene si lo comparamos con los países de nuestro entorno: la media europea ya supera el 21%, justo donde se sitúa individualmente Francia, nuestro vecino Portugal, por su parte, se coloca incluso por encima de la media, con un 23% y ya no digamos Alemania, que se acerca a la barrera de 1/3 de las ventas con un mix del 31% en 2022. De los escandinavos, ni hablamos…
Y es que no podemos pretender liderar industrialmente el cambio de paradigma a la movilidad electrificada, mientras nuestro mercado doméstico está ubicado de pleno derecho en el pelotón de cola.
¿Qué se puede mejorar?
ANFAC detecta tres grandes áreas en las que debemos mejorar lo antes posible.
En primer lugar, en la implementación de las ayudas directas a la compra. El gobierno de la nación, a través de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, viene de alardear en el Congreso de los Diputados la semana pasada sobre las bondades de los incentivos gubernamentales, llegando a comentar que el problema era que el vehículo eléctrico era “muy caro”.
La realidad, es que las ayudas se pagan tarde, tributan en el IRPF y solicitarlas es un auténtico follón administrativo, digno de los incisivos comentarios de nuestro literato Larra, hace 150 años, con su famoso “vuelva usted mañana”.
Hasta tal punto es grave la situación, que Gerardo Pérez, presidente de FACONAUTO, la patronal que agrupa las redes de concesionarios, ha afirmado recientemente, que “es una vergüenza que los consumidores tarden en cobrar las ayudas del Plan Moves hasta 18 meses…”.
Las claves del mantenimiento de un coche eléctrico: los elementos que no debes descuidar
En segundo lugar, se echa en falta la puesta en marcha de una fiscalidad realmente motivante, con exenciones parciales o totales en el pago del IVA de los vehículos electrificados, en función de su huella de carbono. No es un misterio que es un factor clave que ha estado detrás del éxito, por ejemplo, en el país con mayor porcentaje de electrificación, Noruega, con más del 80%. Por citar un ejemplo, un Tesla Model 3 era más barato que un Toyota Corolla.
Ojo, de manera ordenada y consistente, porque justo en este mes de enero de 2023, el país nórdico ha retirado por completo la exención del IVA (que asciende a un 25%) a los clientes particulares, y el mercado electrificado ha sufrido una caída significativa de golpe.
Cuidado con estos bandazos (también en Noruega, que incluyen un nuevo impuesto sobre el peso del vehículo que penaliza especialmente a los modelos eléctricos por la influencia de las baterías), que pueden echar a pique el trabajo de años. No nos engañemos, los clientes pueden tener un alto nivel de conciencia medioambiental, pero el bolsillo es el bolsillo…
En resumidas cuentas, se trata de “acompañar” al sector del automóvil con medidas fiscales significativas y consistentes, de fácil y rápida aplicación. Se trata de un sector clave que se enfrenta a una nueva tecnología, cara de producción, con cadencias aún bajas de fabricación, que necesita que el cliente de la calle elija vehículo con un efecto precio neutro entre la oferta térmica y la electrificada.
En tercer lugar, ANFAC pone el dedo en la llaga de las infraestructuras de recarga eléctricas. Datos contundentes: donde debería haber ya 45.000 puntos, hay sólo 17.000, y el 80% de carga “lenta”.
La oportunidad de la electrificación
¿El resultado de todo esto?… un mercado 100% eléctrico e híbrido enchufable en 2022 de 78.000 unidades, un 35% por debajo de las 120.000 previstas.
El gran riesgo es que, o “rompemos de una vez la crisálida”, y se consigue que el mercado electrificado crezca a los niveles de nuestro entorno, o se están poniendo en solfa, indirectamente, las eventuales inversiones industriales futuras en España.
Hay muchos países que envidian nuestra situación como productor. Lo llevan haciendo muchos años. La electrificación es una oportunidad extraordinaria para consolidar e incluso aumentar nuestra pujanza industrial, pero el asunto no acaba de arrancar.
De todos es sabido que, tras 9 meses de vigencia, sólo se ha asignado una cuarta parte del PERTE VEC, dotado de 2.975 millones de euros de los fondos Next Generation. El gobierno es muy consciente de ello y ha realizado cambios en sus gestores, reforzando los equipos con profesionales muy reputados del sector del automóvil, como es el caso de José María López, que ha sido nombrado Comisionado Especial, buscando catalizar el proceso de asignación a proyectos vitales para el futuro industrial del automóvil en nuestro país.
En pleno año electoral el tiempo apremia, y no es momento de “dormirse”, sino de aplicarse el sabio refrán y acelerar la velocidad de implantación del nuevo paradigma, especialmente cuidando, en primer lugar, a los sufridos consumidores, y promoviendo el desarrollo de un sector que constituye un auténtico tesoro para España.
Imagen: DepositPhotos.
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Carlos Izquierdo, antiguo director de publicidad de Renault y responsable de comunicación en el proyecto del "vehículo eléctrico”, es actualmente profesor universitario y colaborador de movilidadelectrica.com. Sus textos llenos de sabiduría y una buena dosis de corriente eléctrica nos hacen reflexionar y estar al día.