El Audi e-tron extreme, vestido para la ocasión y con equipamiento especial, ha salvado un gradiente del 85%. Se trata del ‘Mausefalle’, la sección con mayor pendiente del descenso de la pista “Streif”, en Kitzbühel (Los Alpes).
Las imágenes son llamativas, no hay duda. Más allá de esto, nos ayudan a entender que los desafíos resueltos anteriormente con vehículos de combustión interna, son perfectamente asumibles con coches eléctricos. No hay límites para las nuevas tecnologías.
La marca austriaca de bebidas energéticas Red Bull colaboró en esta prueba con Audi. Las dos compañías mantienen una dilatada asociación en la Hahnenkamm Race, y afrontaron juntas el desafío. Con una gradiente del 85%, el ‘Mausefalle’ es la sección con mayor pendiente del famoso descenso de la legendaria pista “Streif”.
No es la primera vez que Audi hace pruebas extremas con el e-tron. Desde Pikes Peak a las salinas de Namibia, la marca ha probado el SUV eléctrico en condiciones adversas.
Peter Oberndorfer, responsable de Comunicaciones de Producto y Tecnología de AUDI AG, ha explicado:
“Ya pusimos a prueba la capacidad del SUV eléctrico el pasado año en distintos eventos Audi e-tron extreme”.
“Con el sensacional impulso del ‘Mausefalle’, hemos superado aún más los límites, demostrando las posibilidades técnicas de la tecnología quattro en un automóvil eléctrico”.
Un singular Audi e-tron extreme
Para realizar la escalada, el Audi e-tron estaba equipado con un tren motriz quattro especial. Llevaba dos motores eléctricos en el eje trasero y uno en el delantero. La potencia total del sistema llegaba a 370 kW (503 CV), con un par máximo de 8.920 Nm. Esto aseguró el rendimiento necesario para afrontar la subida de una pendiente tan pronunciada.
Audi también modificó el software en relación a la entrega del par motor y a su distribución a las ruedas. Así, lo adaptó a las exigencias de la pista “Streif”. Además, el vehículo incorporaba llantas de 19 pulgadas equipadas con neumáticos con clavos desarrollados específicamente para este desafío. Estas ruedas se encargaron de proporcionar el agarre necesario sobre la nieve y el hielo.
Mattias Ekström
Al volante del Audi e-tron extreme en Los Alpes se encontraba Mattias Ekström, campeón del mundo de Rallycross. Él mismo consideraba que esta prueba era una de las experiencias más extraordinarias que había tenido ocasión de vivir. Explicó después:
“Al principio, superar una pendiente con un desnivel del 85% parece imposible”.
“Incluso me impresionó la forma en la que este vehículo se desenvuelve en un terreno tan desfavorable”.
Para añadir seguridad a la prueba, el Audi e-tron extreme estaba equipado con una jaula especial antivuelco. Además incorporaba un asiento de competición dotado de un cinturón de arnés con seis puntos de anclaje. También se añadió un sistema de seguridad adicional mediante un cable de sujeción. Finalmente, en ningún momento intervino ningún dispositivo de tracción.