Un coche eléctrico tiene menos elementos que uno de combustión. Carece de embrague, tubo de escape… Esto se traduce en menos visitas al taller y, por tanto, un menor gasto en mantenimiento
Una de las claves que hacen que los enchufables resulten, a la larga, más rentables que los vehículos de combustión es que su mantenimiento es más sencillo.
Al carecer de algunos elementos mecánicos no tienen que pasar con regularidad por el taller para el cambio de aceite, por ejemplo, pero eso no significa que no necesiten revisiones periódicas.
Las claves del mantenimiento de un coche eléctrico
En las próximas líneas repasamos las claves del mantenimiento de los coches eléctricos, centrándonos en los elementos que comparten con los vehículos de combustión y asumiendo algunos componentes sufren un desgaste mayor por las particulares características de los enchufables, en especial por el exceso de peso de la batería.
Frenos
Aunque los coches eléctricos pesen más, gastan menos las pastillas de freno porque tienen la frenada regenerativa, que permite recuperar parte de la energía generada al frenar para acumularse en las baterías.
Neumáticos
Es posible que se gasten algo más que los vehículos de combustión debido al exceso de peso y a que los eléctricos entregan su máximo par desde cero, así que exigen algo más a las ruedas.
Es por eso que cada vez son más los fabricantes que se centran en el desarrollo de neumáticos específicos para coches eléctricos atendiendo a sus necesidades particulares.
Suspensiones y luces
Los amortiguadores de un eléctrico o un híbrido enchufable necesitan el mismo mantenimiento que si se tratase de un coche de combustión, una revisión cada 20.000 kilómetros.
Los grupos ópticos requieren mismo mantenimiento que en un coche de gasolina o diésel. Igual que llevar las luces en mal estado puede dar lugar a una negativa en la ITV o a multas de 200 euros.
Limpiaparabrisas
Los fabricantes recomiendan cambiarlos cada año. La naturaleza del motor no influye en este elemento a la hora de sustituirlo.
Refrigerante
El motor eléctrico también necesita algo de refrigeración y es importante controlar el nivel del líquido refrigerante.
La batería, una de las claves
Como elemento clave en la mecánica de un coche eléctrico, merece mención destacada la lista de recomendaciones para un correcto mantenimiento de la batería. La mayor parte no suponen pasar por el taller para una reparación, sino que son sencillos consejos que aplicados cada día ayudan a alargar su vida útil.
- Forma de conducir: no es lo mismo circular a un ritmo controlado que realizar una conducción agresiva.
- Recorridos: una batería puede durar más o menos kilómetros en función de si vas por carreteras de montaña o en ciudad. En el primer caso, la autonomía será menor y tendrás que cargar antes la batería, restándole ciclos de carga mucho antes que alguien que circula por la jungla de asfalto.
Los 10 coches eléctricos con más autonomía del mercado en 2023
- Clima: el frío es el peor enemigo de las baterías. Hace que su capacidad baje radicalmente y eso afecta directamente a la autonomía del coche; es por eso que la autonomía de un coche eléctrico siempre será menor en invierno.
- Tipo de recarga: para que una batería dure el máximo tiempo posible lo mejor es que la cargues a baja intensidad. Su vida útil será mucho menor si realizas cargas rápidas.
Además de todo lo anterior, si vas a dejar el coche parado mucho tiempo lo ideal para que no sufra la batería es que dejes el coche conectado a la red y lo programes para que se vaya recargando al 80% cuando sea necesario.
Fuente: RACE
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe