- En las próximas semanas entrarán en vigor varias normativas europeas pensadas para que la recarga pública sea más accesible y segura
- Entre otras novedades, la norma europea obliga a que los puntos de más de 50 kW tengan un método de pago universal
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En las próximas semanas entrará en vigor el Reglamento Europeo de Infraestructuras de Combustibles Alternativos (AFIR). Aunque las medidas aún no son de obligado cumplimiento, el texto legal no es nuevo. Se firmó en abril de 2024 y supone una serie de cambios en la forma de usar los puntos públicos de recarga, orientados sobre todo a mejorar la conectividad y seguridad en los pagos.
Además de esta, el 1 de agosto se hará efectiva la norma europea EN 18031 que refuerza la Directiva sobre Equipos Radioeléctricos (RED) e introduce nuevos requisitos para equipos electrónicos. Esta norma afecta a los dispositivos de pago electrónicos en comercios, empresas y servicios y, dentro de estos últimos figuran los que incorporan los cargadores.
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La normativa busca hacer más sencilla la operación de recarga de los coches eléctricos no tanto por el proceso a seguir sino por la tan demandada interoperabilidad que elimine la obligación de poseer múltiples aplicaciones de proveedores para desbloquear el cargador, ordenar la recarga, controlar la operación y pagar la cantidad de energía consumida con la tarjeta de crédito que previamente habrá que haber asociado a la cuenta de cliente.
Puntos de recarga más conectados y seguros
La norma europea obliga a los puntos de recarga eléctrica a incorporar métodos de pago accesibles y a garantizar altos niveles de disponibilidad y transparencia. Para ello, el nuevo marco legal convierte la conectividad en un pilar esencial para cumplir con los requisitos técnicos, regulatorios y de seguridad.
A nivel práctico, la nueva normativa supone:
- Los dispositivos de pago de los puntos de recarga de uso público deben estar diseñados para evitar ciberataques, garantizar la integridad de las redes conectadas y proteger la intimidad de los usuarios
- Además de todo lo anterior, los métodos que se utilicen para abonar las recargas deben incorporar funciones para evitar actividades fraudulentas
Hay un cambio importante que afecta a los puntos de recarga con más de 50 kWh y es que, una vez tendrán que incorporar obligatoriamente una opción de pago de uso universal sin necesidad de suscripción, como un lector de tarjetas. Además, se establece la obligación de proporcionar información transparente a través de medios electrónicos sobre precios, disponibilidad y características del cargador.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe