La mía es una manía confesable, especialmente desde que sé que existe una explicación científica para ella. En realidad tengo dos, van seguidas y llegan justo cuando reduzco la velocidad para encontrar un sitio para aparcar el coche: la primera es que bajo o apago la radio; la segunda, cuando he encontrado sitio y voy a engranar la marcha atrás, me quito el cinturón.
Antes de que me lluevan los haters por esta segunda, dejadme que aclare que lo hago por ganar libertad de movimientos, pero que no estoy cometiendo infracción alguna. El Reglamento General de Circulación recoge una serie de excepciones a la obligación de utilizar siempre y en todas las plazas del vehículo el cinturón de seguridad.
A este respecto dice, textualmente, que “como norma general, están exentos de utilizar el cinturón en todas las vías los conductores cuando realicen la maniobra de marcha atrás o de estacionamiento”. Ojo, esto solo sirve para el conductor, los acompañantes deberán tenerlo puesto en todo momento mientras el vehículo esté en marcha.
¿Apagas la radio cuando buscas sitio para aparcar?
Aunque lo he buscado, no he encontrado ningún estudio que aporte el dato de qué porcentaje de conductores comparten esta manía de bajar o apagar la radio cuando empiezan a buscar un hueco para aparcar el coche. Este hábito surge también en otros momentos en los que el conductor necesita mayor concentración, por ejemplo, antes de buscar una dirección o cuando las condiciones de visibilidad empeoran.
Puede parecer una manía sin importancia y, en realidad lo es, pero me ha parecido curioso saber que si bien no existe un informe sobre su habitualidad sí lo hay sobre su razonamiento.
Resulta que lo de bajar el volumen de la música al acercanos al punto de destino es un comportamiento que responde a una necesidad cognitiva de priorizar los estímulos que recibimos del exterior. Al conducir, el cerebro recibe multitud de información a través de los sentidos y el silencio o reducción del ruido de fondo ayuda a agudizar la atención en lo que entra por la vista.
A principios de la década, dos investigadores (Anne-Marie Bonnel y Ervin Hafter) publicaron los resultados de años de investigación sobre estímulos multisensoriales. Concluyeron que ante la presencia simultánea de estímulos sonoros y visuales el cerebro debe hacer una elección. Eliminar uno de los dos estímulos es la mejor manera de garantizar que hace la elección correcta, de manera que si eres de los que bajas el volumen de la música para aparcar lo que estás haciendo es aplicar una estrategia inconsciente para optimizar el uso de la vista.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas. Ahora, con enchufe