El parque de vehículos español está cambiando con gran rapidez. Las nuevas normativas medioambientales, así como los avances de la industria automotriz, favorecen la presencia los vehículos eléctricos en nuestras carreteras. Al mismo tiempo, aumentan las dudas sobre esta forma de movilidad: ¿Qué modelo me conviene? ¿Eléctrico o híbrido enchufable? Y, también, ¿cómo elegir el mejor seguro para un coche eléctrico?
Por qué elegir un buen seguro para tu coche eléctrico
“En la carretera, los percances ocurren”, esta es una máxima. Y no solo debido a los descuidos, temeridades o inexperiencia de determinados conductores; también a coyunturas imprevisibles, como el mal estado de una vía, condiciones meteorológicas cambiantes, averías súbitas…
Es entonces cuando agradeceremos haber hecho los deberes y contar con un seguro adecuado. Por tal, se entiende que la póliza en cuestión se adapte a las singularidades de nuestro vehículo, a nuestra situación como conductores y a nuestro entorno. Porque siempre resultará más probable que nos roben el coche (o el cable de recarga) si este no duerme en garaje; o que nos estalle una luna si vivimos en una región con drásticos cambios de temperatura; o que golpeemos otro vehículo al aparcar si aún somos conductores novatos.
La mejor manera de estar seguros de que hemos localizado la mejor póliza es conocer las opciones que ofrece el mercado. Pero tranquil@s, eso no significa que haya que dedicar días a preparar un estuio de mercado, para localizar seguro de coche barato, tenemos a Rastreator.
Diferencias significativas entre las viejas y las nuevas pólizas
Hay una serie de factores que influyen en el precio final de la póliza de un coche eléctrico. Dos son los más importantes:
- Las baterías de un vehículo eléctrico son complejas, pesadas y (en caso de resultar dañadas) caras., especialmente en el caso de aquellas más potentes y que gozan de una gran autonomía. Los expertos de Rastreator afirman que esto se tiene en cuenta al contratar una póliza a todo riesgo; también lo expuesta que esté la batería en caso de accidente.
- Aunque resulte extraño también es importante el (no) ruido. La nueva tecnología es limpia y silenciosa. Esto último supone una ventaja para la tranquilidad y el sueño en el interior de las grandes ciudades, aunque también un inconveniente a la hora de detectar al vehículo. Un coche eléctrico posee menos presencia y puede ser pasado por alto con mayor facilidad, lo cual puede favorecer los accidentes en vías urbanas.
Estos factores pueden hacer que la póliza de tu nuevo coche sea ligeramente más cara, pero si bien las nuevas unidades de potencia añaden ciertos aspectos a tener en cuenta, los factores fundamentales a la hora de calcular el precio de la póliza de seguro seguirán siendo los mismos: gama del vehículo e historial del conductor.
El ahorro y las ventajas que ofrece la nueva tecnología
Más allá del ahorro evidente respecto al uso de combustible tradicional, hay algunos aspectos más a tener en cuenta. Por ejemplo, las suculentas ventajas fiscales. Un vehículo eléctrico puede obtener hasta un 75% de bonificación a la hora de abonar el impuesto de circulación y las empresas y autónomos que los utilicen para sus labores pueden verse favorecidos a la hora de abonar el IRPF. Además, el impuesto de matriculación puede beneficiarse de unas exenciones de hasta el 100% (dependiendo de los g/km de CO₂ emitidos por el modelo).
Por otra parte, estos coches suelen requerir de un menor mantenimiento y sufrir menos averías que los de gasolina. Ello es debido a que cuentan con un menor número de piezas mecánicas, resultan más eficientes en el esfuerzo (sufren menor desgaste de sus componentes) e incorporan la última tecnología del sector.