Hace más de un año, BYD y Shell anunciaron un acuerdo de colaboración muy ambicioso. El fabricante chino de vehículos electrificados y baterías se comprometió con la petrolera y energética en varios ámbitos. Shell aspiraba a tener en 2025 unos 500.000 puntos de recarga rápidos y ultrarrápidos, tanto propios como de terceros a través de roaming.
En el caso de Europa, ahora mismo la red de Shell consta de 300.000 puntos de recarga bonificados, unos 25.000 más que en marzo de 2022. Ahora sabemos que Shell Recharge dará un acceso bonificado a 100.000 clientes de BYD en 33 países de la zona, tanto en la Unión Europea como fuera de ella. Se ubican en estaciones de servicio, centros de movilidad, lugares de destino (p.ej. hoteles) y en la vía pública.
Ahora mismo, Shell Recharge ofrece acceso a 10.000 puntos de recarga en España, de los cuales unos 3.000 son “supercargadores” con hasta 175 kW de potencia, aunque pretenden elevar esa cifra a 5.000. Lo cierto es que en España el número de cargadores de alta potencia está creciendo gracias a la iniciativa de empresas como Wenea, Zunder, Tesla, Iberdrola, Endesa… Las principales rutas radiales y corredores marítimos tienen una cobertura cada vez mejor.
Los clientes de BYD recibirán en su concesionario la suscripción platinum a la red Shell Recharge y tarjetas de carga, y en la aplicación tocará activar la oferta. En la misma, siempre están visibles los precios más recientes para que los clientes miembros de la red Shell Recharge puedan consultarlos, asegura la compañía holandesa.
Todo aquel que se compre un BYD podrá recargarlo en cualquier red a la que tenga acceso. El quid de la cuestión está en el acceso preferente, esto es, tarifas más económicas. Además, es una forma de simplificar el proceso, para que la clientela no tenga que darse de alta en cada red de recarga mediante aplicación o tarjetas RFID.
Esta estrategia es una alternativa a la de pagar una red de recarga desde cero. Fue la estrategia asumida por Tesla, en un momento en el que las alternativas brillaban por su ausencia, y esa misma red se está abriendo a cualquiera que tenga la aplicación de Tesla. Algo parecido pasó con IONITY, que es un consorcio de varios fabricantes, en donde cualquier puede recargar, pero sus clientes tienen acceso preferente.
Por otra parte, han pensado en las empresas que compren flotas a BYD. También podrán acceder a la carga de vehículos eléctricos a través de la Shell Card o Hybrid Shell Card. Se trata de soluciones de pago único que cubren la facturación de los repostajes de combustibles y carga de vehículos eléctricos. Dichas empresas podrán conocer el consumo de cada usuario al que hayan dado acceso a las tarjetas, para tener ese gasto más controlado.