El Ejecutivo cántabro, a través de la Consejería de Medio Ambiente, ha encargado este plan estratégico a la firma Evectra Mobility Services, que ya ha realizado trabajos similares en otras grandes ciudades. El documento final tendrá que estar listo en cuatro meses.
Una de las cuestiones más lógicas a desarrollar para el “Plan Estratégico cántabro de impulso a la implantación de la movilidad eléctrica” es el relacionado con el análisis de todos los puntos de carga existentes en la comunidad cántabra, públicos y privados, con el fin de generar un mapa real de las situación de la infraestructura en el territorio.
Otro de los puntos importantes del plan es el relacionado con la oferta de vehículos disponibles, así como el perfil del colectivo de usuarios sobre el que se debe incidir para impulsar la movilidad eléctrica.
El documento añadirá todo lo relacionado con la normativa europea y estatal, de forma que quede detallado el marco regulatorio y, además, los incentivos encaminados a fomentar el uso de este tipo de tecnología de movilidad. El plan también entrará a valorar si es necesario modificar las políticas públicas para “romper las barreras asociadas a la movilidad eléctrica”, y cómo deben ser las campañas de sensibilización y concienciación.
Igualmente, va a llevar una “propuesta de acciones y medidas de mejora e indicadores de seguimiento, incluyendo el coste y calendario de las mismas”. Las sugerencias deben estar basadas en diversas directrices, encabezadas por la promoción y fomento del vehículo eléctrico, lo que implica estudios de viabilidad para el desarrollo de una red de infraestructuras de carga rápida en Cantabria, el incremento del parque de vehículos eléctricos, proyectos I+D+i, la coordinación de las diferentes administraciones públicas y la colaboración del sector privado.
El plan estratégico es una necesidad
Con respecto a todo lo dicho, desde la dirección general de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria se afirma que es necesaria la elaboración del plan porque no se tienen estudios necesarios para afrontar este tema de futuro, haciendo especial referencia a obstáculos para la generalización de la movilidad eléctrica o las infraestructuras de recarga en la región.
No menos importante es que el plan de movilidad eléctrica persigue el objetivo de cumplir con la “Estrategia Española de Cambio Climático y Energía Limpia” y con la “Estrategia de Acción frente al Cambio Climático en Cantabria 2018-2030”, ejecutando y haciendo reales los objetivos fijados en la misma.
Para el Ejecutivo cántabro, las actuaciones se encuadran en las medidas contra el cambio climático y, además, consideran que el coche eléctrico es “el futuro de la movilidad”, por lo que hay que prepararse para ello.
Los datos de ventas de vehículos eléctricos en Cantabria apoyan el citado plan estratégico: en 2016, se vendieron 20 vehículos eléctricos en la comunidad y 45 en 2017, mientras que la venta de todo tipo de vehículos en 2017 fue de 12.974.
Fuente: El Diario Montañés