Audi ha empezado a dar una segunda vida a las baterías de los vehículos eléctricos. Sustituye las de plomo-ácido de los vehículos eléctricos que prestan servicio en su factoría de Ingolstad por recicladas de ion-litio.
Como todos los fabricantes, Audi está obligada por ley a retirar las baterías una vez que acaban su vida útil. Sin embargo, el fin de esa vida útil no significa que una batería haya perdido toda su capacidad de carga. Por ello, la marca investiga cómo reutilizar las baterías de pruebas de sus vehículos eléctricos e híbridos.
Los vehículos en las plantas de producción de Audi, como carretillas elevadoras y tractores de remolque, utilizan baterías de plomo-ácido. Cuando se descargan, se retiran de los vehículos y se conectan a una estación de carga durante horas.
Las baterías de iones de litio tienen grandes ventajas. La primera, que pueden ser cargadas donde se aparca cada vehículos. Además, se puede hacer en momentos de inactividad, por ejemplo, durante el descanso entre turnos. Esto ahorra espacio y también elimina el esfuerzo requerido para reemplazar las baterías.
Audi contempla el gran ahorro potencial si la flota de servicio de sus 16 factorías funcionara con estas baterías.
Peter Kössler, responsable de Producción y Logística de AUDI AG, ha explicado:
“Cada batería de iones de litio representa un alto consumo de energía y recursos valiosos que deben utilizarse de la mejor manera posible. Para nosotros, una estrategia de movilidad eléctrica sostenible también incluye un proyecto sensato de segunda utilización para las baterías”.
Energía de baterías de los vehículos eléctricos: suficiente
La capacidad de carga restante de una batería de ion-litio después de su uso en un vehículo es alta. Y es más que suficiente para los requisitos de los vehículos utilizados en sus fábricas.
Además, sus características de conducción mejoran considerablemente que cuando emplean las baterías de plomo ácido. Así, pueden mantener su velocidad constante incluso en rampas, cosa que no pueden hacer los que llevan las otras baterías. Y la carga regular durante los descansos evita tiempos muertos durante las horas de trabajo.
Como ejemplo, ponen la batería de un Audi e-tron. Consta de 36 módulos individuales y está ubicada entre los ejes bajo el piso, formando un bloque plano y ancho. Una vez que se retiran las baterías, el equipo responsable del proyecto verifica cada módulo individual para su nueva utilización.
Posteriormente, instalan 24 módulos para formar cada nueva batería. En consecuencia, el resultado es una batería con las mismas dimensiones y peso que las de plomo-ácido. Y se pueden continuar utilizando los mismos vehículos con las nuevas baterías sin realizar grandes inversiones.
En el futuro, empleados especializados podrían hacerse cargo del ensamblaje de baterías recicladas en el propio centro de baterías.
El trabajo de investigación
Las pruebas con baterías de los vehículos eléctricos de Audi forman parte de un proyecto de investigación de la marca. Hablábamos hace poco de otro proyecto del fabricante para el reciclaje de baterías.
En éste, el equipo de proyecto de áreas de producción, logística y desarrollo ha estado trabajando en él cerca dos años. Tras la fase de pruebas, ahora los primeros vehículos están ensayando con estas baterías el rendimiento en tareas de producción.
Los módulos de batería reciclados también pueden usarse en contenedores de carga móviles para vehículos eléctricos o en sistemas estacionarios de almacenamiento de energía.
Audi también está desarrollando conceptos de reciclaje. Así, al final del ciclo de vida de la batería, diversos componentes fluirán hacia nuevos productos y, por lo tanto, seguirán utilizándose.