Una empresa israelí, en colaboración con el gobierno de ese país, ha logrado una inversión de 120.000 dólares para poner en marcha un proyecto piloto de dos fases en el que se probará la recarga inalámbrica y dinámica de autobuses eléctricos.
Una reciente colaboración entre el gobierno israelí y la empresa ElecRoad, una compañía dedicada al desarrollo de la tecnología de la recarga inalámbrica y dinámica implementada en autobuses eléctricos, permitirá realizar una prueba piloto que se pondrá en marcha en 2018.
El proyecto ha logrado una primera inversión de 120.000 dólares para probar esta tecnología en una ruta de media milla en Tel Aviv. Si esta primera prueba corta logra los objetivos previstos se pondrá en marcha una ruta más larga de 11 millas entre la ciudad de Eilat y el Ramon International Airport. El éxito de esta segunda prueba demostraría la viabilidad de este sistema de carga y su posible extrapolación a otros países.
Esta tecnología utiliza una serie de electroimanes e inversores que se instalan en algunos tramos de la carretera para proporcionar energía a las bobinas primarias incrustadas en la carretera. Por otro lado el autobús eléctrico incorpora en su parte baja una bobina secundaria. Entre ambas bobinas se crea un campo magnético cuya energía mueve el motor eléctrico del autobús. Además el vehículo incorpora una pequeña batería que se encarga de suministrarle energía en los tramos exentos del sistema.
Vídeo: Youtube (Oren Ezer)
Una tecnología prometedora que sin embargo todavía tiene que superar algunos obstáculos. El primer, sin duda, es el coste de su implementación física y el tiempo necesario para montar el sistema. ElecRoad afirma que equipar un kilómetros de carretera en una sola noche en vías abiertas.
El segundo problema al que se enfrenta es la propia evolución de la tecnología de las baterías, que puede dejar obsoleto este sistema en pocos años. El coste por kWh de las baterías de litio se ha reducido de 1000 $/kWh a 200-300 $/kWh en la actualidad. Dustin Grace, director de Proterra, basándose en estudios realizados por consultoras como McKinsey & Company, afirma que en el momento que se alcancen los 100 $/kWh los vehículos eléctricos serían realmente competitivos con los de combustión, y la necesidad de la recarga en ruta perdería interés para los coches particulares.
Por otro lado esta tecnología también aporta beneficios potenciales aplicables sobre todo a vehículos pesados como son los autobuses y los camiones responsables de la mayor parte de las emisiones del transporte (el 20% en EE.UU) y que por otro lado, necesitarían baterías muy pesadas para poder cubrir trayectos largos en carretera.
En ciudad este sistema es mucho menos invasivo que los tendidos de cables eléctricos aéreos necesarios los vehículos eléctricos dotados de pantógrafo o incluso que las estaciones de recarga ultra-rápidas de las que hablamos aquí. Permite compartir la vía con el resto de la circulación y, aunque aún con muchos interrogantes por resolver, puede ser la futura solución a la autonomía de los vehículos eléctricos pesados.
Además, según Oren Ezer, director ejecutivo y co-fundador de ElectRoad, afirma que este sistema podría ser utilizado en forma inversa e incorporar la energía generada por el frenado y la desaceleración a la red.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.