Un estudio realizado sobre 9.000 automovilistas revela que el 8,4% está considerando cambiar su vehículo a uno eléctrico. Pero, también, que una brecha de conocimiento alrededor de la tecnología de los VE evita el paso a la movilidad eléctrica.
La británica What Car? ha publicado un estudio realizado a 9.000 automovilistas sobre la intención de compra de un VE. La conclusión es curiosa, eso por lo menos. La información conflictiva y confusa sobre la última generación de vehículos eléctricos ha creado una ‘brecha de conocimiento’ en potenciales compradores. Eso les impide elegir un VE para su siguiente compra.
Todo ello a pesar de que “2019 va a ser el año del vehículo eléctrico“, aseguran. Y lo afirman porque está programado el lanzamiento de 20 nuevos modelos.
Mientras tanto, los datos de What Car? sugieren que el interés público por los VE está en niveles récord. El estudio reveló que el 8,4% de los automovilistas contemplan la posibilidad de adquirir un vehículo eléctrico. Asimismo, que el 10% considera que el vehículo eléctrico es una gran opción. Y que no cambiaría su estilo de vida.
Durante tres meses, el medio británico investigó cómo los consumidores evaluaban su comprensión de la tecnología de los vehículos eléctricos. Los compradores calificaron su conocimiento inicial de 2.7 puntos de media sobre cinco. Después de 10 días de investigación, la media subió a 3.4. Sin embargo, después de un mes de investigación, la comprensión se redujo a 3.3. Eso sugiere que algunos encuestados se encontraron con información confusa o conflictiva. Después de tres meses, la comprensión alcanzó un máximo de 3.8.
También descubrieron que, en comparación, los consumidores calificaban su comprensión inicial sobre vehículos diésel o gasolina en 3.8. Eso significa, interpretan, que los compradores de VE necesitan tres meses más de investigación para llegar al mismo conocimiento que tienen sobre vehículos de combustión.
Otras curiosidades sobre la movilidad eléctrica
La investigación también encontró que el precio de los VE, no la autonomía, es la mayor barrera para los compradores.
Más del 40% de los conductores explicaron que el mayor precio de los eléctricos les impedía hacer el cambio. Curiosamente, cuando se les ofreció la oportunidad de investigar sobre posibles ahorros de un VE, el porcentaje cayó al 35,6%.
La autonomía fue la segunda mayor preocupación para los compradores. Un 28% lo establecieron, en comparación con la gasolina y el diésel. Eso a pesar de que el 10% podría conducir un vehículo eléctrico sin hacer cambios en su estilo de vida. Otro 15% argumentó dudas sobre las oportunidades de carga y la infraestructura. Y el 16% expresó su deseo de poder elegir entre una mayor oferta de modelos eléctricos.
El estudio también contempla otros aspectos. Aquí está el enlace para acceder al mismo.
Steve Huntingford, editor de What Car? explicó sobre el estudio que hay una brecha entre tecnología y comprensión del público. Eso impide que algunos interesados accedan a la movilidad eléctrica. Y añadió:
“Es comprensible que los compradores necesiten tres meses de investigación para sentirse tan cómodos con los vehículos eléctricos como lo están al comienzo de su investigación sobre los vehículos de gasolina y diésel porque la tecnología es nueva, pero está claro que la industria y los legisladores deben comenzar a hacerlo más fácil para los posibles compradores”.
En su opinión, la tecnología no alcanzará su máximo potencial hasta que haya una información más completa y actualizada.
No es la primera vez que hablamos de las impresiones que recibimos sobre las nuevas tecnologías. O de cómo los estudios sacan a la luz falta de información clara sobre ellas. Pero sí es verdad que si la movilidad eléctrica es el futuro, deberíamos pensar en cómo mejorar y difundir la información.